Estar adentro de casa es la indicación para frenar la pandemia de coronavirus, aunque ese espacio doméstico es el lugar donde ocurren muchas de las violencias hacia las mujeres. ¿Cuánto puede escalar la agresión en un contexto de obligada convivencia durante 24 horas? Pedir ayuda puede hacerse aún más difícil para quienes están atravesando una relación violenta. Desde la Municipalidad de Rosario aseguraron que la línea telefónica 0800 444 0420 de atención en violencia de género (“Teléfono Verde”) funciona con su cronograma habitual, todos los días del año las 24 horas, brindando asesoramiento profesional a quienes necesitan orientación y contención. Por otro lado, la línea 144 también recibe denuncias que deriva a los organismos pertinente.

Desde la Fiscalía especializada en Violencia de Género implementaron una guardia para atender los casos urgentes, mientras aquellos que requieran la detención del agresor serán tomados -como siempre- por la Fiscalía de Flagrancia. En estos días, por el cierre de los Centros Territoriales de Denuncias, mermaron las denuncias, que se están tomando en comisarías. 

La forma de trabajo del servicio municipal -lo que se llama primer nivel de atención-- se ve afectada por el aislamiento. En la Secretaría de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad garantizaron la asistencia. “En estricto cumplimiento de la normativa que restringe la circulación de personas, se priorizará la escucha telefónica activa y no se programarán entrevistas personales (a excepción de los casos de urgencia que así lo ameriten). Ante situaciones de violencia que impliquen un riesgo de vida para la mujer, se cuenta con dos centros municipales de protección para resguardar la integridad física y psíquica de las víctimas de violencia de género y sus hijos e hijas, que estarán funcionando de manera habitual”.

También desde la Secretaría de Estado de Igualdad y Género afirmaron que ante la situación excepcional a raíz del aislamiento social obligatorio, se solicitó el refuerzo de la seguridad pública en la Casa de Protección Integral para mujeres de la Ciudad de Santa Fe, haciendo además las recomendaciones pertinentes del caso al resto de las Casas de Amparo distribuidas en todo el territorio provincial. También se coordina a diario con todas las áreas intervinientes para garantizar una efectiva atención de todas las situaciones que se presenten.

“En este contexto social tan particular, que exige permanecer en los hogares, ante la posibilidad de mujeres que se encuentren viviendo situaciones de violencia de género reforzadas por el aislamiento, es importante instrumentar todas las medidas necesarias para que el distanciamiento social no impida el contacto con los espacios de contención, información y denuncia”, sostuvo al respecto la secretaria de Estado de Igualdad y Género, Celia Arena.

Además, recordaron que la Secretaría está en twitter como @generosantafe, y en Instagram y Facebook se la puede encontrar en: @Igualdadygenerosantafe y recordaron que la guardia telefónica provincial de segundo nivel para todos los Municipios y Comunas, en la ciudad de Santa Fe, es 0342 4571525y 4571666 de 8 a 20 hs y 3425503336 fuera de este horario.

Por su parte, Mariana Caminotti, secretaria de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario, recordó que “Aunque la violencia de género ocurra en el hogar, no se trata de un asunto privado. La violencia de género es un problema público que vulnera derechos humanos fundamentales y afecta la seguridad ciudadana. Por eso, en este marco de excepcionalidad, el personal profesional de la Dirección de Prevención y Atención de las Violencias de Género está abocado a la prestación de servicios que consideramos esenciales para las mujeres de nuestra ciudad”.

La funcionaria consideró que “el distanciamiento social y la restricción a la circulación de personas nos exigen estar en nuestras casas, y es esperable que esto tenga un impacto distinto para varones y mujeres. Por un lado, la convivencia de tiempo completo puede recrudecer las situaciones de violencia de género y aquí hay dos cosas que son fundamentales. Primero, disponer información acerca de los canales oficiales disponibles para consultar y denunciar; segundo, apelar a los vínculos y redes de confianza y afecto, e intentar mantenerse en contacto en caso de necesitar ayuda”.

Como la violencia es estructural, Caminotti puntualizó que “las normas de género provocan cargas adicionales en mujeres y niñas. Ellas son generalmente las principales responsables del cuidado, de la provisión y la preparación de alimentos, junto otros trabajos no remunerados en el hogar y la comunidad. Y a menudo, lo hacen en condiciones de gran precariedad”. Por eso, llamó a compartir las tareas de crianza y cuidado, repartir de manera equilibrada las tareas domésticas y fomentar el juego no violento y el afecto entre niños y niñas.