Tal como adelantara Rosario/12 en su edición de ayer, el presidente de la Cámara de Diputados, MIguel Lifschitz, convocó a sesión para hoy con el objeto de aprobar el fondo especial de 15 mil millones para combatir la pandemia y tratar el proyecto de "ley de necesidad Publica" que tiene media sanción del Senado y que el bloque mayoritario del Frente Progresista trabó sistemáticamente en Diputados. Las reuniones entre los dirigentes de la UCR y del socialismo, principalmente, y las consultas a intendentes del sector fueron incesantes, sin embargo al cierre de esta edición no estaba definida la estrategia que llevarán adelante en la sesión convocada para las 15. No hubo contacto, o apenas protocolares con el bloque oficalista, ya que los dirigentes del Frente Progresista se sienten agraviados por la conducta de sus pares del PJ, en especial la del propio gobernador Omar Perotti y su compañera de fórmula, Alejandra Rodenas tras su actuación en la redes. "Perotti arrancó con los agravios en el discurso mismo de asuncion de mando", dijo a este cronista uno de los principales referentes del socialismo que prometió que "más alla de lo que se vote no nos vamos a olvidar de todos los insultos y agravios". Lo cierto es que en la tarde de ayer, los más experimentados dirigentes del Frente analizaban variantes de mecanismos legislativos que permitieran sortear la encerrona que enfrentan y posibilitar sin su voto afirmativo, que se consiga transformar en ley el proyecto reformado por el Senado que lleva meses de tratamiento, con idas y vueltas que provocaron una escalada que por entonces era microclimática pero que hoy, en la coyuntura, aparece como un desatino, frente a la magnitud de la crisis sanitaria.

"Esto nos puede llevar puestos a todos, porque la discusión política se dio en su oportunidad, pero el momento demanda ahora otro tipo de respuestas", dijo un legislador que está convencido de que es un error darle lo que llamó "facultades extraordinarias a Perotti" aunque reconoció que "se hará lo que determinemos para que la sociedad no crea que nosotros le atamos las manos al gobernador, como han querido instalar de cualquier forma".

Las variantes son diversas, pero todas ratifican el cambio de actitud del Frente Progresista, que para empezar garantiza el quórum. 

Una de ellas sería la abstención del bloque -manteniendo la unidad- y que con los 7 votos del PJ más los que aporten Cambiemos, el Frente Social y Popular, y Somos Vida y Familia -alrededor de 12 o 15 a lo sumo-, quede en firme lo remitido por el Senado. 

 Una segunda opcion sería que el Frente Progresista insistiera en su proyecto y no consiga los dos tercios necesarios y vuelva al Senado para transformarlo en Ley . Y una más es que voten favorablemente en general y en contra en particular aquellos articulos que consideran otorgar "superpoderes".

Lo cierto es que más allá de la modalidad que se adopte, y aún con recriminaciones y promesas de "no olvidar ni perdonar" el cambio de actitud del Frente Progresista, impulsado fundamentalvmente por los jefes comunales del sector -gobiernan el 70% de los habitantes de la ciudades de la provincia- se va a concretar seguramente en la sesión de hoy, donde Lifschitz apenas conducirá el debate desde la poltrona principal de la Camara. Transcurridos 100 días en los que cultivó un perfil bajo, sin exposición mediática y liderando la principal fuerza opositora, aparece hoy posibilitando la sanción de una ley que fue una "cruzada" para no conceder "superpoderes" según su visión.

 

"Unicamente el contexto de la pandemia y sus consecuencias previsibles fue lo que llevó a este cambio de conducta, bajo ninguna otra circunstancia hubiéramos bajado nuestra posición y sacrificado el equilibrio de poderes, cediendo atribuciones impropias al Poder Ejecutivo", se lamentó un veterano dirigente, curtido en la función parlamentaria y ejecutiva, anticipando de este modo que el final de la historia no está sellado, pero sí muy lejos del imaginado por Lifschitz antes de que apareciera el coronavirus en la vida de todos.