Desde 2007, dirijo el Laboratorio de Cannabinología y al grupo de investigación en la temática “Rol de los endocannabinoides en procesos fisiopatológicos relacionados con el Sistema Nervioso Central”. En 2016 nuestro grupo se vinculó con la ONG “Asociación Civil Cultivo Mi Medicina” de Bahía Blanca, con la cual estamos trabajando en el dictado de talleres para la comunidad, capacitaciones a profesionales de la salud y en la organización de las Jornadas Universitarias anuales de Cannabis y Salud.

La temática del uso medicinal de cannabis, desde la promulgación de la Ley 27350, se volvió cada vez más resonante en la sociedad y cada vez son más los usuarios de este producto. Sin embargo, el acceso a un derivado cannábico de origen conocido, controlado y de composición establecida sigue siendo restringido y complejo.

En referencia a esto hemos presentado en la primera Expo Cannabis, en octubre de 2019, en CABA, el trabajo “Estudio sobre el uso de cannabis medicinal en la ciudad de Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina”. Sus autores, Marisol C. Bocetti, Estefanía Chamorro Aguirre, Pablo G. Milano, Ana C. Pascual y Susana J. Pasquaré, fueron distinguidos con el primer premio a trabajos científicos presentados.

Este estudio, en el que se evaluó la composición de un número significativo de aceites y tinturas, dejó en evidencia que la población en su mayoría accede a extractos derivados de cannabis de origen desconocido, con relaciones de fitocannabinoides no aptas para las distintas patologías y en muchos casos con cantidades no detectables de los principales cannabinoides.

Esto genera una alta vulnerabilidad en la salud de los usuarios de cannabis medicinal. La falta de conocimiento sobre las mejores y más seguras preparaciones de cannabis para uso medicinal en nuestra ciudad y zona de influencia, la estrecha colaboración establecida con la ONG y la necesidad de la misma en responder adecuadamente a la demanda de usuarios son temáticas planteadas en nuestro trabajo.

A fines de febrero de este año, recibimos con gran beneplácito que el INIBIBB-UNS-CONICET era uno de los cinco Institutos del país habilitados por el CONICET para certificar la calidad de los derivados medicinales de cannabis. La concreción del trabajo mancomunado entre nuestro grupo de investigación y la ONG nos permite establecer los procesos más adecuados para lograr un producto derivado de cannabis de calidad medicinal que incluya a pacientes afectados por diversas patologías que recurren a su uso, devolviéndole de esta manera a la comunidad todo lo que esta hace por el mantenimiento de la ciencia.