Ecuador es uno de los países latinoamericanos más golpeados por la pandemia de coronavirus, con una crisis sanitaria y un número de infectados que crece a cada hora. En ese contexto, Aníbal Leguizamón y Javier Burrai, dos futbolistas argentinos que se desempeñan en el país andino, explicaron los inconvenientes que afrontan en una nación colapsada por la epidemia.

El zaguero Leguizamón, actualmente en el Emelec de Guayaquil, resaltó que, aun cuando en Ecuador se interrumpió la competencia oficial por la grave expansión del brote de coronavirus, "no se habla por ahora de reducción de sueldos a jugadores". A diferencia de lo que ocurre en la Argentina, con clubes que promueven "las bajas de salarios" (de hecho, el plantel de Racing aceptó la determinación de los directivos), el defensor de 26 años destacó que por ahora no es un tema en el país. "La prioridad no es el fútbol, hay prioridades sanitarias. Cuando tengamos que volver, volveremos. Pero no será pronto el regreso del fútbol. Acá la Federación ya resolvió que no habrá actividad en los meses de abril y mayo", indicó al programa "El Ascenso x 3" del Club 94.7.

En esa línea, Leguizamón dejó en claro que el panomara no es sencillo. "La situación está muy complicada en Guayaquil. Desde que se conoció el primer caso, cada día aumenta más y no para el número de contagios. Lo que pasa en Ecuador es grave. Acá se veía todo medio lejano y se subestimó la situación", comentó el ex defensor de Arsenal, Defensores de Belgrano y Argentino de Quilmes.

Leguizamón narró que "muchos de los contagios" se dieron en Guayaquil por "el hecho de que estudiantes que estaban en España regresaron al país y no cumplieron la cuarentena". "Hasta hace algunos días había gente que salía con los niños o al parque a pasear. No acataron el aislamiento", agregó el jugador.

El zaguero contó que, a pesar de la gravedad de la situación en territorio ecuatoriano, que cuenta 180 muertos sobre un mapa de 3.646 infectados, nunca se le "cruzó por la cabeza" retornar a la Argentina.

Por su parte, el arquero Javier Burrai, en diálogo con Toda Pasión de Jujuy, fue consultado sobre las escenas de horror con cadáveres en calles de la provincia de Guayas, una de las más afectadas del país y donde reside el jugador que forma parte del plantel del Barcelona de Guayaquil.

"No me tocó ver nada como lo que circula en los videos, pero hay preocupación en todo sentido. La situación es muy angustiante, dentro de un país con mucha desigualdad social y donde está colapsando la salud pública", dijo el jugador surgido en Arsenal de Sarandí, que lleva 40 días de encierro porque además se recupera de ocho fracturas en la cara por un golpe que sufrió en un encuentro por Copa Libertadores.

"Acá llamativamente no hay cuarentena total como en Argentina. Hay un toque de queda a partir de las dos de la tarde, lo que hace que desde las 6 de la mañana hasta las 14 podés circular o salir. Sólo hay una restricción vehicular que dependiendo del número de patente, podés salir dos veces por semana. Igual me parece una medida muy light para lo que se está viviendo en Ecuador, sobre todo en el sector en donde vivimos, que se llama Samborondón", dijo el oriundo de San Nicolás.

Para no perder el ritmo futbolístico, Burrai señaló: "Nos entrenamos, como casi todos los planteles están haciendo, con una aplicación en el celular que maneja desde su casa el Profe", en referencia al entrenador cordobés Fabián Bustos.

Ecuador, uno de los países más azotados en Sudamérica por la pandemia de coronavirus, vive en la actualidad una crisis tanto de salud como humanitaria. "No tengo contacto con la realidad porque no piso la calle", afirmó al respecto Burrai, quien abundó: "El único contacto directo con el exterior es cuando voy al supermercado o a la farmacia. En la calle hay un clima raro, tenso, no te dejan entrar a los negocios si no tenés un barbijo. Es lo que se está viendo en todo el mundo, una verdadera locura. Además está colapsando la salud pública, y la privada sólo es accesible para un sector mínimo de la sociedad".

Por último, el arquero de 29 años, que tampoco piensa en regresar a la Argentina, relató por qué vive la cuarentena en soledad: "Viví una situación particular porque mi mujer viajó a España a una capacitación hace 45 días y este problema la agarró allá. Encima Ecuador cerró sus aeropuertos y sus fronteras, al tiempo que debe ser el único país en el mundo que en ningún momento buscó repatriar a sus ciudadanos o a sus extranjeros residentes. Ojalá que ella pronto pueda volver para estar en casa", concluyó Burrai.