Luciana Cueto y Adrián Van Der Spoel son dos argentinos, ella de Rojas, él de Rosario, que viven hace mucho tiempo en Amsterdam. Como en el caso de la argentina que vive en Suiza, el diagnóstico sobre la enfermedad se lo dio un médico personal y no las autoridades sanitarias holandesas, “que no están realizando los test de coronavirus en forma sistemática, de manera que no se sabe muy bien cómo es la forma en que se determinan las cifras que se dan a conocer oficialmente”. Como ocurre en Suiza, la prioridad está puesta en la atención de los casos de gravedad.

“A nosotros el médico nos atendió por teléfono, cuando le trasmitimos los síntomas nos dijo que es coronavirus, pero nos aconsejó quedarnos en casa y no ir a los consultorios donde se hacen los test, porque se corre el riesgo de que contagiemos a otras personas”. Luciana hizo el relato con la voz totalmente tomada.

En Holanda hay 23.000 personas contagiadas y cerca de 2.500 muertos sobre una población de 17 millones de personas. “En Amsterdam la prioridad es para las personas con patologías previas, las restricciones no son tan estrictas como en Argentina, la gente puede salir a la calle con mayor frecuencia, aunque le aconsejan quedarse en la casa, sobre todo si tienen algunos síntomas del virus”. Tanto ella como Adrián se encuentran “mejor, pero la verdad es que tenemos los síntomas propios de la enfermedad, pero no contamos con la certeza del test porque acá los controles son mucho más relajados que en otras partes del mundo”.