“Hoy es un día muy especial para esta industria, un día, diría yo, claramente histórico”, aseguró ayer el presidente Mauricio Macri durante el acto en el que anunció un plan productivo automotor (ver aparte) y se mostró agradecido por la presencia de un gremialista que lo ayudó a avanzar con la flexibilización laboral en su ex planta de Sevel. El mandatario aseguró que después de meses de trabajo conjunto entre Gobierno nacional, provincias, representantes de trabajadores de la industria automotriz, terminales, pymes y red de autopartistas se alcanzó un acuerdo estratégico al 2023. El plan, según dijo, tiene dos metas fundamentales: lograr producir un millón de automóviles y hacer crecer en más de 30 mil puestos de trabajo el sector. Aseguró que “en los últimos tres meses la Argentina comenzó lentamente a crecer, y hace más de seis meses que generamos trabajo formal”, aunque las estadísticas oficiales lo desmienten.

Previo a centrarse en el tema del anuncio, el Presidente hizo referencia a su fase, aún vigente, empresaria, y apuntó a los conflictos que tuvo con el sindicalismo cuando estuvo al frente de Sevel, de la que fue dueña su familia. “Tantos años que no nos veíamos”, fue la primera frase de su discurso al ver entre los presentes a Raúl Torres, un dirigente histórico de la UOM. 

“Torres, no sobrevivimos, ¿qué hacemos? Yo voy a preparar una propuesta en la cual hagamos turnos rotativos, en algo flexible, pero me va a tener que acompañar a verlo al jefe para que se lo explique”, recordó Macri en su etapa al frente de Sevel, que hoy es administrada nuevamente por Peugeot. “Torres me apoyaba y, por supuesto, el Barba Gutiérrez no. Por suerte ganó Torres y logramos que la terminal sobreviva”, celebró, a costa de la precarización de los empleados. 

El secretario de Interior de la CGT, Francisco Gutiérrez, recordó luego esa situación y confirmó su oposición a que se flexibilizaran los convenios colectivos de trabajo en los noventa, cuyas primeras experiencias para el sector automotor comenzaron en la planta de la familia Macri. “En el Gobierno insisten en un error ya vivido en este país. La experiencia de vida de los noventa significó la destrucción de la industria automotriz y de autopartes. En un mundo globalizado tiene que haber defensa del trabajo y la industria local y complementación regional. Con lo que se hace hoy las consecuencias para los trabajadores y el país van a ser dramaticas”, agregó el dirigente en AM 750. 

Durante la presentación del programa automotor, Macri lo comparó con el acuerdo alcanzado por Vaca Muerta. “El primer acuerdo realmente revolucionario para nuestro futuro fue el acuerdo de Vaca Muerta, porque un país sin energía es un país que no puede crecer”, aseguró el mandatario. También relacionó la suerte de la actividad con la del sector agroexportador. “La industria automotriz es una de las que más sabe y entiende que, cuando el campo se mueve, no solamente es una cuestión de los que siembran y cosechan, sino que se compra maquinaria, se compran camiones, camionetas, fertilizantes, todo tipo de insumos, y comienza a moverse toda la economía”, afirmó.