La presidenta del Colegio de Psicólogos de Salta, Irma Silva, explicó que ante el contexto de aislamiento obligatorio por la pandemia de Covid-19 están trabajando en conjunto con la Secretaría de Salud Mental y Adicciones de la provincia. Hay una línea telefónica habilitada en la que reciben 20 consultas por día

En el ámbito público y el privado están realizando teleasistencias. El 70% de las obras sociales adhirieron a la medida, falta la de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) y pequeñas prepagas.

Silva recordó que la salud mental es tan importante como la salud física. Sostuvo que se están preparando para cuando se produzca el aumento de casos y tengan que trabajar más. "Estamos ante una realidad marcada por la incertidumbre, por medidas como el distanciamiento social. Es una coyuntura de gran exigencia", afirmó.

En el sistema público, a través de la Secretaría de Salud Mental y Adicciones se han implementado consultas telefónicas asistidas mediante la línea 3875172782. "Hay 20 consultas diarias, en promedio", precisó Silva. Dijo que en los hospitales y centros de salud, se accede por consultas también telefónicas.

En el ámbito de la salud privada, Silva dijo que el 70% de las obras sociales han autorizado las teleconsultas. Especificó que la obra social del Instituto Provincial de Salud (IPS) accedió a esa demanda que venían haciendo para brindar cobertura a los usuarios y usuarias.  

"Había que evitar que la gente se acerque, evitar tiempo de espera en espacios comunes y mantener consultas presenciales solo en casos indispensables", señaló Silva. 

Anunció que mañana realizarán una intimación a la obra social de la UNSa. "No aceptan todavía la asistencia teleasistida, realizamos la demanda al inicio de la pandemia. Vamos a intimar porque se están negando a la prestación", expresó. Aún falta que adhieran también las prepagas más pequeñas.

Emociones en contexto de pandemia

Silva explicó que en este escenario de aislamiento obligatorio ante el Covid-19 la población tiene miedos reiterados y que se puede producir la afectación de las funciones cognitivas, pensamientos contradictorios, dificultades de la memoria, de toma de decisiones, pensamientos obsesivos, dudas y pesadillas.

Silva dijo que surgen la ansiedad, impotencia, irritabilidad, tristeza, anestesia emocional, incertidumbre y frustación, "la gente se pregunta cuánto durará todo". La psicóloga aclaró que cada persona reacciona de forma distinta en situaciones estresantes.

"Hay que trabajar fuertemente en estas cuestiones en el personal de salud", precisó. Dijo que los profesionales deben afrontar decisiones complejas, perciben el paso del tiempo y están ante la evolución incierta de los pacientes.

En la línea de la Secretaría de Salud Mental Silva dijo que llaman personas jóvenes, de mediana edad y adultos mayores. "Los adultos mayores manifiestan miedo a la soledad, a que esta coyuntura no les dé lo básico. Por eso ponemos mucho énfasis en que las familias estén conectadas", afirmó.

Las personas jóvenes y de mediana edad "tienen miedo de perder la salud, miedo a las consecuencias si llegan a contraer la enfermedad: a no tener recursos básicos, a contagiar a la familia. También hay frustración, sensación de pérdida de libertad que es una sensación común, enojos cuando se experimenta la sensación de que es un hecho injusto".

En la línea telefónica de la Secretaría "hay también muchos casos de violencia de género y trabajamos en red conectando con colegas de centros de salud y el Polo Integral de las Mujeres. Muchas consultas se pueden resolver, a veces son angustias por una mínima información que no tienen. La convivencia trae problemas cuando no es buena, sobre todo la de esta naturaleza", explicó.

Silva dijo que "todos no estamos en la misma en este confinamiento. No es lo mismo estar en un espacio amplio que en una piecita".

Otros de los llamados que reciben psicólogos y psicólogas tienen relación con las madres, Silva dijo que hay muchas mujeres que crian solas a sus hijos, que usualmente no comparten mucho tiempo en la casa porque trabajan todo el día y en esos casos llaman para pedir consejos sobre qué hacer para entretener a los chicos.

También llamó gente varada o que quedó "sin soporte económico". Ante esas situaciones, Silva dijo que derivan a distintos estamentos gubernamentales. "Es importante contar con un recursero ya que la ignorancia es lo peor que te pueda pasar, genera fantasías incorrectas, angustias y miedo".

La desinformación asusta 

"El miedo se propaga más rápido que el propio virus", señaló Silva. Explicó que el pánico colectivo produce reacciones irracionales como "desabastecimientos de productos básicos. Se puede dar cuando la información se comparte mal, sin verificar, cuando se presta más atención a la cifra de los muertos que a los recuperados, cuando te muestran fotos de cajones o los muertos por las calles tirados de Ecuador. Surge la sensación de algo que no se puede controlar y que no se supera. Si estuvieran bien informados, no habría motivos", planteó. La psicóloga recomendó no compartir ese tipo de material en redes sociales.

Respecto al miedo, Silva sostuvo que en este contexto la primera fase tiene que ver con la indiferencia porque la situación se ve lejana como cuando apareció el brote en China: "era algo lejano que no nos tocaba a nosotros". La segunda fase se da cuando se conocen los casos de la enfermedad en países cercanos, la tercera cuando ocurren en el propio país y la cuarta cuando se enferma alguien cercano. "Surgen temores, ansiedad, incertidumbre, la preocupación excesiva", indicó. "La presencia de un nuevo virus circulando afecta a quienes tienen "nosofobia, miedo de enfermar. Experimentan ansiedad y deterioro de la calidad de vida", puntualizó

Las recomendaciones de la psicóloga son "mantener pautas y orientaciones, pensar que estas situaciones son transitorias, que no serán permanentes y hay que hacerlo notar en la población. Hay que enfatizar en que después de cuidarnos viene el retorno a la normalidad. No se debe tener miedo de expresar lo que generan estas situaciones".

La psicóloga invitó a generar espacios de escucha con compañeros, amigos y afectos; evitar la exposición excesiva a los medios de comunicación y buscar fuentes confiables.

"Estamos haciendo una investigación de Covid- 19, tiene una gran pregunta que abre la encuesta: ¿Cómo se está viviendo la situación actual?", sostuvo Silva. El trabajo se está realizando en conjunto con la Secretaría de Salud Mental y Adicciones. El relevamiento "está destinado a personas en distintos barrios con el objetivo de conocer el impacto psicosocial y económico" en el contexto de la pandemia. También colaborará la Universidad Católica de Salta.