A pesar de que la curva de contagios de coronavirus continúa en baja en Italia, el país rompió hoy un nuevo récord: con 437 nuevas muertes en las últimas horas superó las 25 mil muertes desde la llegada del virus a Lombardía. En tanto que el número de personas enfermas disminuyó, aunque poco, por tercer día consecutivo y ascendió a 107.688, es decir 10 menos respecto al día anterior.

La tendencia a la baja de los contagios se mantiene y continúa disminuyendo también el número de pacientes que están internados en terapia intensiva. En las últimas 24 horas se registró la cifra más bajo desde el 18 de marzo: 2.943 se curaron, elevando ese número de pacientes recuperados a 54.543.

En ese marco, el gobierno italiano estudia el plan para salir de la cuarentena obligatoria a partir del 4 de mayo. Actualmente, están permitidas las actividades productivas esenciales en el país, pero el Ejecutivo evalúa autorizar también desde el próximo lunes la actividad a todas las empresas que puedan garantizar protocolos de seguridad para sus trabajadores.

El plan para la reactivación económica

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, adelantó en facebook que el plan tendrá "una huella nacional". De acuerdo al funcionario, implicará la reorganización de los métodos de trabajo y del transporte así como de nuevas reglas para las actividades comerciales, pero respetando las características de cada región. Está medida abarcaría a casi 3 millones de italianos.

La intención es favorecer la productividad lo antes posible, ya que cada semana de confinamiento pesa enormemente en el crecimiento de la economía del país, que según el Fondo Monetario Internacional sufrirá una contracción del 9,1 % este año.

Otra de las opciones que analiza el Gobierno es permitir la reapertura de los parques desde el próximo 4 de mayo, para que los padres puedan salir a pasear con sus hijos y que las personas que lo deseen puedan hacer deporte.

Conte dejó en claro que en cualquier caso después del 4 de mayo se deberá seguir usando tapabocas y guardando la distancia de metro y medio de seguridad entre las personas para prevenir que la curva de transmisiones vuelva a dispararse.