No es difícil caracterizar el modelo de salud del macrismo. Como gobierno de la ciudad, las políticas en salud, como el conjunto de sus políticas públicas, vienen apuntando al desfinanciamiento y a un retiro del Estado que favorece a sectores del ámbito privado y desfavorece a quienes no cuentan con cobertura de salud. Particularmente en salud mental, el macrismo porteño no sólo no desarrolló los mecanismos para implementar la Ley Nacional de Salud Mental sino que nos hizo testigos de una de las escenas más cruentas con el brutal desalojo a trabajadores y pacientes del Hospital Borda. A nivel nacional, el Ministerio de Salud desmanteló y achicó programas y dispositivos que garantizaban la capitación de profesionales así como el acceso a la salud de las personas en sus territorios, particularmente aquellos programas centrados en la atención primaria y en un abordaje interdisciplinario (como el programa de médicos comunitarios y diversos dispositivos dependientes de direcciones nacionales). Hoy, la línea oficial busca que el Ministerio de salud pierda su capacidad rectora, dejando librado a las autoridades provinciales la implementación de políticas de salud, con las conocidas desigualdades que esto conlleva. 

Por si no nos quedara claro, para este 8 de marzo, día internacional de la mujer, la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones elaboró un material gráfico que transmite de manera muy clara los modelos de salud y de mujer que fomenta este gobierno. En una imagen que contiene mensajes dirigidos a “la” mujer (no hay mujeres en plural) condensa una serie de significados que, lejos de ser apolíticos como se proponen, responden al modelo de Estado y de políticas públicas que se viene llevando adelante. 

En primer lugar, el flyer parece calcar el tratamiento del día de la mujer al que buscamos responder este 8 de marzo. Desde hace varios años, el día de la mujer se “celebra” desde una mirada esencialista y estereotipada el aporte que realiza “la” mujer a la sociedad, desde un lugar específico y secundario. Este 8 de marzo paramos y marchamos en Argentina y en 55 países del mundo para repolitizar la fecha, para recordar que el 8 de marzo es un día que se estableció en conmemoración a mujeres trabajadoras que fueron quemadas y asesinadas por reclamar por su derecho a la igualdad. Para la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, no hay mujeres como sujeto colectivo ni mujeres obreras, ni mucho menos trabajadoras de la economía popular. En el flyer, vemos a una mujer blanca, sonriente, sentada detrás de una computadora. Pero el mensaje nos llega a todas.

En segundo lugar, una dirección nacional que regula políticas públicas de salud mental parece desconocer la construcción histórica y social de la salud. Con mensajes dirigidos a “la” mujer como “Practicá ejercicio físico para estimular la energía”, “Desarrollá nuevas habilidades” o “Valorá tus ideas”, la mencionada dirección omite todos los determinantes sociales y económicos de la salud –como clase social, nivel educativo y condicionantes de género, entre muchos otros– como si todas las mujeres tuviéramos las mismas posibilidades y deseos de llevar adelante sus sabios consejos.

Por último, una dirección nacional que regula políticas públicas en salud mental nos responsabiliza de nuestros malestares. Para esta dirección, estar bien sólo depende de nosotras. Si estimulamos nuestro “sentido del humor” y nos enfocamos en “nuestra fortalezas” saldremos adelante. En pocas palabras, si estamos mal es porque queremos. Como ocurre desde los medios hegemónicos en relación a la violencia de género, se culpabiliza a la víctima. No hay determinantes familiares ni sociales de nuestra salud mental, dado que somos personas individuales, aisladas, sin tensiones y sin historia. Para el macrismo definitivamente no hay un Estado que deba velar por nuestra salud. Este 8 de marzo salimos a las calles de manera masiva en todo el país a reclamar políticas públicas integrales y con perspectiva de género, para dejar claro precisamente lo contrario.

* Becaria Conicet-Cedes en temas de salud y género. Militante feminista en Seamos Libres.