Una adolescente del conurbano bonaerense come tierra tras la muerte de su madre, asesinada por su padre. Víctima de femicidio. La palabra víctima, sin embargo, está afuera del registro de Cometierra, la celebrada primera novela de Dolores Reyes, maestra, feminista, mamá de siete hijos, tal como se la presenta en la solapa. 

Potente en su registro de la oralidad de la protagonista, la novela construye un personaje lúcido, rebelde, consciente de sus posibilidades y decisiones. Cometierra tiene una vida jodida, dramática. Y elige, cada vez, dentro del (mínimo) abanico de opciones. 

"Creo que puedo poco, sólo tragar tierra de este lugar y que no sea más enemiga, la tierra desconocida de un cementerio que jamás pisamos, mi mamá ni yo". 

"Ella se queda acá y yo me llevo algo de esta tierra en mí, para saber, a oscuras, mis sueños".

"Cierro los ojos para apoyar las manos en la tierra que acaba de taparte, mamá, y se me hace de noche. Cierro los puños, atrapo y la llevo a la boca. La fuerza de la tierra que te devora es oscura y tiene el gusto del tronco de un árbol. Me gusta, me muestra, me hace ver", se lee en una de las primeras páginas. 

Cometierra sabrá hacer uso de su clarividencia.  

La capacidad de ver se activa si ella quiere, decide hasta cuándo, hasta dónde. No duda cuando hay otra chica en peligro. Con la lucidez de conocer en carne propia los peligros de crecer siendo mujer en esos lugares, donde sólo sobra la escasez. Cada frase de la novela es como un cuchillo, la belleza está en la forma cruda de narrar unas aventuras suburbanas sin moraleja. 

La hermandad como refugio, el amor y sus contradicciones, los límites a los pibes que se zarpan y los que no se pueden poner. La violencia siempre latente, naturalizada y necesaria para sobrevivir. Todo eso y mucho más es parte de un thriller que hasta logra saldar cuentas con el padre, para encontrar otro camino. 

Cuando la novela se termina, con el pulso acelerado por el ritmo narrativo, quedan ganas de leer la próxima novela de Dolores Reyes. 

Cometierra, de Dolores Reyes, Editorial Sigilo, 2019.