El gobierno confirmó un nuevo plazo de vencimiento de la propuesta de reestructuración de deuda que lanzó para los bonistas. La fecha límite ahora se corrió hasta el 12 de junio

El ministro de Economía, Martín Guzmán, espera poder alcanzar un acuerdo conforme a ciertos avances que se vienen dando en las negociaciones. Se calcula que la quita que suponen los nuevos bonos con respecto a los bonos a canjear presentaba una diferencia entre las ofertas de las dos partes (gobierno y bonistas) que era de 25 centavos con respecto a cada dólar de deuda emitida. Ahora, esa brecha ronda los siete centavos

Este lunes se sumó un nuevo componente a la negociación, porque apareció el renovado apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la contrapropuesta argentina junto con una advertencia acerca del poco margen para que el gobierno siga mejorando la oferta sin afectar la sostenibilidad en el repago de la deuda.

Esto significa que el Fondo avala lo hecho hasta aquí por el gobierno, lo cual eventualmente podría traducirse en un acuerdo de financiamiento para reestructurar el megapaquete obtenido por el gobierno de Mauricio Macri. Un nuevo acuerdo con el FMI es el paso posterior al de los bonistas. Visto del otro lado, el FMI da una señal de que no está de acuerdo con una oferta mucho más generosa para los bonistas, lo cual es determinante porque sin la plata del Fondo, Argentina no puede pagar su deuda.

Las negociaciones entre el gobierno argentino y los acreedores titulares de bonos emitidos bajo legislación extranjera por 66 mil millones de dólares se lanzaron formalmente a fines de abril, cuando el gobierno dio a conocer su propuesta de adhesión al canje. El primer plazo de vigencia de esa propuesta expiró el 8 de mayo y fue prorrogado hasta el 22 de mayo, cuando venció también el límite para pagar intereses por 503 millones de dólares, que no fueron abonados. Por esa decisión, en el mercado financiero se activaron los seguros contra default, que consisten en contratos entre privados, que se apuestan a favor y en contra de la cesación de pagos. Esto no implica en sí mismo un costo para el Estado nacional. El siguiente plazo de expiración del canje se estableció que fuera este martes 2 de junio. Sin embargo, la continuidad en las negociaciones y el acercamiento de las posiciones derivó en una nueva postergación, hasta el próximo viernes 12 de junio.

Una muestra del mayor entendimiento entre el gobierno y los bonistas es que los títulos en dólares acumulan fuertes alzas en el mes, que llegan al 45 por ciento en algunos casos. El gobierno acercó una ficha el viernes pasado, al presentar una nueva propuesta con varios cambios en favor de los bonistas, lo cual habría permitido subir el valor presente neto de la oferta de los 41 centavos iniciales a unos 47 centavos. La “propuesta revisada” del gobierno incluye una rebaja en la quita de capital para bonos cortos, del 12 al 7 por ciento, la reducción en un año del plazo de gracia, el adelantamiento del cronograma de pagos de varios bonos y la inclusión de un bono que paga cupón a partir de 2022. Desde el lado de los bonistas pasaron de una oferta de unos 65 a 70 centavos a unos 54 centavos por cada dólar.

En el medio volvió a jugar fuerte el FMI diciendo que aprueba la nueva propuesta argentina. También dejó entrever que más allá de los 50 centavos se pone en juego la sostenibilidad. Esto es una fuerte señal porque la aprobación o no del FMI a la posición argentina se va a traducir más temprano que tarde en el otorgamiento de un nuevo paquete para refinanciar lo otorgado a Macri. Y si no hay acuerdo con el Fondo, tampoco podrán cobrar los bonistas. En este juego de posiciones, el valor de 50 centavos como valor presente neto ahora gana peso como un posible límite a la oferta argentina.