Familiares y amigos de Carlos "Bocacha" Orellano, el joven de 23 años hallado muerto el 24 de febrero en el Paraná, a metros del boliche River Ming, volvieron ayer a elevar su reclamo en el Centro de Justicia Penal para exigir avances en la causa que aún no tiene imputados pese a la sospecha de que el chico fue golpeado y arrojado al río.

El grupo hizo público su pedido al fiscal Patricio Saldutti de que exija la detención y prisión preventiva de quienes aseguran están implicados en el hecho. Se trata de los policías Karina Laura G. y su pareja Gabriel N., los empleados de seguridad del local Emiliano L., Fabián M. y Graciela A., y el dueño, Guillermo G.

Salvador Vera, abogado de la familia Orellana, subrayó la existencia de "evidencia central" en el caso para que se concreten las detenciones. En este sentido, hizo referencia a "rastros de sangre en el boliche y la aparición del cuerpo (del joven) con múltiples lesiones y pulmón seco". 

Un coro de carteles respaldó al letrado: "¿Quién será Varela, que Saldutti y Spelta tanto le temen?", "Justicia por Bocacha, basta de patovicas asesinos", "Saldutti, tenés miedo o sos cómplice de los asesinos", interpelaban las pancartas en alusión al abogado penalista Carlos Varela.