Definimos a las inequidades en materia de salud como aquellas desigualdades sistemáticas en cuanto a la salud entre los distintos grupos sociales que se consideran injustas y evitables. La raíz de las actuales inequidades yace en las estructuras de la sociedad —la distribución del poder, el dinero y los recursos— y patrones coloniales y de género que son tanto el pasado como el presente de la realidad de nuestra región y nuestro país. Esto incluye diferencias en el acceso a servicios de salud, su calidad, y su orientación centrada en las personas, sus relaciones familiares y comunitarias. También incluye diferencias en los determinantes sociales de la salud de distintos grupos, como puede ser las condiciones de trabajo, la vivienda, el transporte, el medio ambiente, la calidad de educación, y la violencia/seguridad.

En 1946 Ramón Carrillo, el primer ministro de salud de la Argentina, comenzó a poner en discusión las causas de las enfermedades. Dándole relevancia el impacto de la determinación social de la salud en contraposición a la teoría higienista que solo explicaba la ocurrencia de las enfermedades desde una perspectiva biologicista. Introdujo además el concepto de medicina social como aquella rama de la salud pública que luchaba contra las causas indirectas de la enfermedad, idea que dejó acuñada en su memorable frase: “frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”.

Posteriormente, América Latina ha sido el escenario de una corriente de pensamiento que ha revolucionado la manera de pensar las cuestiones de la Medicina y la Salud Colectiva. Esta corriente ha hecho destacados aportes para repensar los procesos de salud /enfermedad /atención / cuidado y sobre la determinación social de los mismos, rompiendo con el reduccionismo biologicista. También ha evidenciado los vínculos hasta entonces ocultos entre la manera en que las personas enferman, afrontan sus problemas de salud y sus condiciones de vida y trabajo.

En Buenos Aires, de acuerdo a los datos publicados del Estudio Salud Urbana en América Latina (SALUBRAL)[1] , la expectativa de vida es de 72,5 años para varones y 80,3 años para mujeres. Sin embargo este promedio esconde enormes diferencias según ingresos ya que existe una brecha de 4,4 años entre la expectativa de vida del primer decil de ingresos y el último decil. En las mujeres esa diferencia llega a ser de 5,8 años. Y como se observa en el siguiente grafico publicado en el mismo estudio existen enormes diferencias en la expectativa de vida entre los municipios del conurbano bonaerense y dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Sin embargo, la integración de la medicina social en la formación de los profesionales de la salud ha sido insuficiente, probablemente porque ha prevalecido el enfoque biomédico para explicar las causas de las enfermedades. La pandemia del COVID vuelve a poner en escena las inequidades existentes en materia de salud y la determinación social de la salud.

Durante las últimas dos semanas el Barrio Villa Azul, compartido por las localidades de Quilmes y Avellaneda y dividido geográficamente por la calle Caviglia, ha corroborado que para la ocurrencia de las enfermedades es mucho más determinante el código postal que el código genético.

Fotografía: Ariel Romaniuk.

En el Barrio Villa Azul al 4 de junio se registraban 276 casos positivos (sobre un total de 529 hisopados en casos sospechosos) lo que da una tasa de positividad acumulada del 52,2%. De estos casos el 78% viven en Quilmes, o sea de Caviglia hacia el sur. Hoy esa calle se ha transformado en un símbolo de la injusticia, que evidencia la desigualdad que vivimos y la necesidad de avanzar en la decisión política de urbanizar el barrio.

En 14 días de aislamiento comunitario el Estado dijo presente y pudimos mitigar un brote de COVID de manera mancomunada con los vecinos y vecinas del barrio. La comunidad de Quilmes es testigo del trabajo organizado con población a cargo, saliendo a buscar casos sospechosos, identificando contactos estrechos, sugiriendo internaciones en los Centros de Aislamiento Sanitarios. Un homenaje a Floreal Ferrara, que pone el eje en la participación popular para la construcción de la salud. Y también a Cristina Fernández, que nos pidió llegar a los barrios para organizar y organizar para transformar.

* Secretario de Salud de la Municipalidad de Quilmes

[1] https://www.thelancet.com/action/showPdf?pii=S2542-5196%2819%2930235-9