Hay numerosas investigaciones que, dispersas a lo largo de la última década y con el foco puesto en diversas aristas, reflejan lo que día a día puede notarse en la mayoría de los medios de comunicación: las mujeres faltan en los medios. Se nota si se cuentan las “firmas” que se hacen cargo de artículos periodísticos, se nota si se hace un repaso por los puestos de conducción de programas audiovisuales o radiofónicos. Pero, sobre todo, se nota cuando se analiza de qué manera es tratada la información, cuáles son los estereotipos de género sobre los cuáles se estructuran las noticias, quiénes son las “voces autorizadas” para decir, opinar, informar. “Creemos que nuestra mirada, diferente, aporta diversidad, garantiza pluralidad”, subrayó la senadora Norma Durango, autora del primer proyecto de paridad de género en medios públicos, presentado recientemente. Desde la Cámara Baja, asoma una serie de debates públicos que intentan recorrer un camino hacia el mismo destino: la paridad de género en medios de comunicación.

“Que haya más mujeres en los medios, sobre todo en puestos de conducción y toma de decisión, va a garantizar la diversidad que hace falta, que generará representaciones mediáticas que superen las imágenes estereotipadas de los roles de género tradicionales que los inundan hoy”, apuntó Durango, senadora pampeana por el Frente de Todos. El viernes 5 de este mes, a dos días de la jornada que celebra el oficio de periodista, dio el primer paso en la construcción de la diversidad de voces en medios de comunicación al presentar un proyecto de ley que apunta a impulsar la paridad en medios audiovisuales públicos y que comenzó con la colectiva Periodistas Argentinas.

En el Senado

A través de la modificación de una serie de artículos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la iniciativa apunta a que, de manera progresiva, la cantidad de mujeres en ejercicio de puestos técnicos, pero sobre todo en aquellos vinculados con la conducción y la toma de decisiones, sea equitativa con la cantidad de varones en iguales cargos. “La intención es que, una vez aprobada, la ley se empiece a poner en funcionamiento de manera progresiva, a medida que los puestos se vayan liberando”, puntualizó la titular de la Bancada de la Mujer en la Cámara Alta.

Además de establecer la paridad efectiva, la iniciativa propone la realización de “campañas institucionales de concientización y sensibilización para el fomento de la igualdad de las personas y la erradicación de la violencia de género”, la implementación del lenguaje inclusivo en la producción y distribución de contenidos audiovisuales, la capacitación en la temática de género y violencia contra las mujeres “para todas las personas que se desempeñen en los servicios de radiodifusión sonora y televisiva del Estado nacional”, acorde a la ley Micaela. También la elaboración de protocolos, guías de actuación y materiales de apoyo “destinados a transmitir y garantizar los principios de igualdad, equidad y no discriminación”, el fomento a la “difusión de noticias y producciones con perspectiva de género” y a “crear acciones para la prevención y eliminación de la violencia simbólica y mediática contra las mujeres en la producción y difusión de contenidos y mensajes”.

Datos duros

El proyecto de ley parte de los resultados de un informe elaborado a fines de 2018 por el Foro de Periodismo Argentino en relación a la “situación laboral y rol profesional de las comunicadoras” argentinas. El trabajo confirmó la “ausencia de paridad entre mujeres y hombres en la distribución de beneficios y oportunidades”: Sobre poco más de 400 casos, el 71 por ciento tiene un jefe varón y solo el 12 por ciento ocupa un cargo de decisión. En tanto, sólo el 16 por ciento de las mujeres encuestadas mencionó a una par cuando fueron consultadas por “periodistas prestigiosos”.

El dato llamó especialmente la atención de la senadora autora del proyecto: “La inequidad en los puestos de trabajo nos invisibiliza. Parece que efectivamente no hubiera periodistas mujeres, pero las hay. Lo que no tienen es espacio”, remarcó.

Pero hay más informes que permiten vislumbrar el problema que el proyecto de ley busca subsanar. En 2017, la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables entrevistaron a medio centenar de mujeres trabajadoras de medios, de carreras de Comunicación y de sindicatos de Buenos Aires y Córdoba y concluyeron que “hay una enorme concentración de poder por parte de los varones” en las tres áreas. 

Entre los datos aportados, se destaca que “el 78 por ciento de las empresas de medios está dirigida por varones”, que “las áreas más valoradas de los medios están ocupadas por varones”, que “el 30 por ciento de les trabajadores de empresas periodísticas son mujeres”, que “ninguna empresa dispone de oficina o área de género”, tampoco de “un sector específico para la resolución de problemas de violencia de género y/o acoso y abuso laboral y sexual”, y que “se responsabiliza a las mujeres por las tareas de cuidado (programas específicos para facilitar la crianza por parte de las mujeres y limitaciones para que los varones hagan uso del derecho, por ejemplo, a guarderías infantiles)”.

Desde diputados

El lunes pasado, por empuje del medio autogestivo feminista LatFem, la diputada del bloque del Frente de Todos Mónica Macha encabezó la primera de una serie de charlas “hacia una ley de representación paritaria y cupo travesti trans en los medios de comunicación”. La iniciativa, que contó con la participación de periodistas y referentas sindicales, apunta a “construir colectivamente una normativa que aporte diversidad al momento de construir las noticias, de interpretar la información y, por ende, la posibilidad de construir una nueva sociedad”, resumió Macha en diálogo con este diario.  

El ciclo de charlas comenzó la semana pasada y está pensado que continúe --habrá una este mes-- para “sumar ejes a trabajar e ideas a tener en cuenta”. Desde aquí, piensan en una ley que también implique a las empresas privadas de medios de comunicación.

“Necesitamos una ley para lograr lo que entendemos que de otra forma no sucede: que se incorporen a las compañeras y compañeres de modo que haya una representación más justa en los programas de televisión y de radio, en las líneas editoriales y en lugares de jerarquía en los medios de comunicación”, aportó la diputada de Nuevo Encuentro. ¿Para qué? Para sumar “nuevas identidades al momento de interpretar la información, que por el momento es tarea hegemónica del varón cis heterosexual heteronormativo, de sectores medios y profesional”.

Macha y Durango habían comenzado a trabajar sus iniciativas por separado, sin saber la una de la otra. La idea es que en un futuro los caminos confluyan en uno solo. Desde la Defensoría del Público adelantaron que respaldarán la iniciativa.