Las mujeres representan el 70 por ciento de lxs trabajadorxs del sistema mundial de salud, “lo que significa que somos las que más riesgo tenemos de infectarnos”, en esta crisis del coronavirus, detalla el informe “La pandemia agudiza y amplifica las desigualdades existentes”, que elaboró la Secretaría de género y derechos humanos-Mujeres y Disidencias con Derechos, de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop), y aborda los aspectos en que mujeres e identidades de género se vieron más afectadas. “Dentro del contexto de aislamiento social preventivo y obligatorio, se pone en evidencia aún más la desigualdad de género que se viene observando históricamente: en el acceso a la salud, en el aspecto laboral, con doble/triple jornada, precarización laboral y desocupación, en el reparto no equitativo de los trabajos de cuidado y en el aumento de la violencia por razones de géneros y disidencias.”

El estudio pone el foco en la distribución desigual del tiempo de cuidado y en que, sin excepción, las mujeres cargan con las tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado: 4 horas y 25 minutos al día es el promedio de ellas, frente a la hora y 23 minutos de los varones. “Hemos perdido derechos laborales, con mayor sobrecarga emocional y acentuándose la responsabilidad de tener que sostener la doble o triple jornada”, advierte. “En el ámbito municipal, aún se encuentran trabajadoras en condiciones de precarización laboral (con becas, contratos, etc.), que conlleva a una situación de inestabilidad laboral y con amenaza latente de ser despedidas.” El carácter vertical y machista del sector es todavía asignatura pendiente hacia la equidad de derechos y tareas. "Pese a que los equipos de salud se fueron feminizando en los últimos años, es evidente la ausencia de las mujeres en los lugares de toma de decisiones en la mayoría de los ámbitos. Lamentablemente, y aun en tiempos de pandemia, donde urge una reorganización de las actividades para adaptarse a la emergencia epidemiológica, rige el modelo médico hegemónico, donde el patriarcado también está presente, con decisiones verticalistas, sin poseer una mirada del trabajo interdisciplinario y donde tratan de invisibilizarnos.”