El PIB cayó 5,4 por ciento el primer trimestre del año, comparado con el mismo periodo del año anterior, según datos del Indec. Respecto al último trimestre de 2019, el nivel de actividad de la economía se contrajo 4,8 por ciento, precisó el Indec. El retroceso del Producto reflejada en los primeros tres meses del año da cuenta del frágil escenario en el que se encontraba la economía, previo a la crisis causada por la pandemia. 

El valor producido por la economía durante el primer trimestre del año es el más bajo desde el 2009, medido a precios constantes de 2004. Los sectores que más incidieron en la caída fueron la construcción, con una merma de 20,8 por ciento interanual, la Industria manufacturera y el Comercio mayorista, minorista y reparaciones, ambas actividades con bajas de 6,5 por ciento. Únicamente 3 de los 16 sectores de actividad relevados presentaron alzas: enseñanza (1,2 por ciento), explotación de minas y canteras (0,3 por ciento) y administración pública ((0,2 por ciento). Sin embargo, estos signos de crecimiento fueron tan limitados que no alcanzaron a traccionar a la economía en su conjunto. 

En el análisis macroeconómico, se observan caídas de 7,6 por ciento tanto en la oferta como en la demanda global. 

La caída en la oferta durante el primer trimestre, se explica por una baja en sus dos componentes: tanto el PIB antes mencionado, como las importaciones de bienes y servicios en un 16 por ciento interanual. 

La demanda global se refiere al destino final de los bienes y servicios que adquieren los hogares, el gobierno, las empresas y el resto del mundo: consumo público y privado, exportaciones y formación bruta de capital fijo. Para el primer trimestre, se observó una disminución interanual de 18,3 por ciento en las adquisiciones de activos fijos llevadas a cabo por productores residentes, el consumo privado cayó 6,6 por ciento, el consumo público descendió 0,7 por ciento y las exportaciones de bienes y servicios reales registraron un descenso de 4,7 por ciento.

La drástica caída de la Formación Bruta de Capital Fijo se explica por una baja en la inversión en construcción de 24, 5 por ciento, de otras construcciónes en un 17,3 por ciento, en la adquisición de maquinaria y equipos en un 13 por ciento y en equipo de transporte en un 12,9 por ciento. Dentro del rubro maquinaria y equipo, se contrajeron tanto los componentes nacional como los importados, aunque el segundo por sobre el primero: 5,9 y 16,2 por ciento, respectivamente. Esta caída se puede explicar mayormente por la devaluación del 2019. En equipo de transporte el componente nacional se retrotrajo 14,6 por ciento y el importado decreció 9,7 por ciento.

Si bien el periodo de análisis abarca apenas diez días de aislamiento obligatorio para evitar la propagación de la covid-19, el Indec detalló que, dadas las restricciones globales a la circulación de las personas afectaban a un conjunto significativo de actividades económicas en todos los países, en la estimación se incluyeron ajustes siguiendo recomendaciones internacionales. Por un lado, estos diez días fueron de aislamiento muy estricto (la mayoría de las empresas se encontraban cerradas) y, por el otro, ya se había aplicado esa política en varios países del mundo, muchos de los cuales son socios comerciales del país. 

Dados los distintos resultados que fueron arrojando las principales variables económicas durante abril y mayo, la perspectiva de una mejora de este indicador para el período siguiente (es decir, el segundo trimestre de este año) es casi nula. El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que también calcula el Indec e incluye varios registros que integran el PIB, ya había acumulado, al término del primer trimestre del año una caída del 5,4 por ciento. Durante mayo, los analistas del Relevamiento de Expectativas de Mercado consultados por el BCRA, ya prevían una fuerte contracción del Producto real de 9,5 por ciento para 2020.