Central comenzó ayer la construcción de un ídolo. Con ínfulas de jugador relevante para la historia del club, la dirigencia ungió a Cristian "Kily" González como entrenador del primer equipo. El Kily reaccionó al marco de épica deportiva con la que fue presentado reiterando su “amor” por Central y reivindicando el “sentido de pertenencia” al club. "Central es el amor de mi vida y esto no es humo”, aseveró el sucesor de Diego Cocca.  "Yo sé que Angel Di María va a volver, y ojalá tengo el honor de dirigirlo", lanzó el Kily.

Fue presentado por el presidente Rodolfo Di Pollina, el vicepresidente Ricardo Carloni y el manager Raúl Gordillo. Pera para evitar tocar el tema de la situación del jefe de la barrabrava canaya, Andrés “Pillín” Bracamonte, detenido por lavado de dinero y el allanamiento en la sede auriazul del lunes, el que habló fue solo el nuevo técnico auriazul. 

“Yo tengo amor por Central. Acá las cosas se demuestran con hechos. Yo siempre demostré, equivocándome, obvio, porque podés tener partidos buenos, regulares o malos. Pero desde el amor y el querer que le vaya bien a Central desde el lugar que me haya tocado eso no me lo puede cuestionar nadie y más la gente que me conoce. Es mi primera experiencia con el amor de mi vida, futbolísticamente hablando, entonces eso es un combo explosivo. Más allá de que ya tengo 45 años y ya no soy tan impulsivo como en otras situaciones”, reconoció el Kily, en palabras que buscaron sin dudas distanciarse de Eduardo Coudet y Diego Cocca, sus antecesores en el cargo.

“Soy el técnico de la primera de Central, no hay palabras para demostrar toda la felicidad que tengo y siento hoy en día. Es un momento que uno siempre soñó, no hay muchas palabras que describan lo que realmente siento por dentro. Vamos a apuntar a que de una vez por todas recuperemos nuestro sentido de pertenencia, nuestro amor a la camiseta. La mayoría hemos pasado por este club vistiéndola y sabemos lo que representa ponértela. Ese es el mensaje”, recalcó el Kily en Granadero Baigorria, donde se montó una escenografía donde apareció grande su figura detrás de la mesa con os directivos.

“Hoy es el momento de realmente estar conectados con un proyecto totalmente integral desde la reserva hasta las divisiones inferiores, de formar jugadores, de volver a ser lo que siempre fuimos, un club formador y vendedor. Nuestros equipos que han ganado títulos siempre se han basado en las divisiones inferiores y eso es a lo que yo voy a apuntar. Quiero formar un equipo que el que entra a la cancha que sepa la camiseta que está usando. No hay excusas de nada, vamos por la gloria”, enfatizó.

Con el “sentido de pertenencia” como bandera del proyecto, el primero que debe sumarse es Angel Di María. Y el Kily se refirió a su posible regrese el año que viene con claro fervor. “Ángel es una de mis debilidades por la relación que tengo con él hasta hoy en día. El primer mensaje que tuve hoy a la mañana fue de él, demostrándome su alegría porque sabe que uno quiere al club de una manera terrible. Y hoy estar en esta realidad es muy fuerte. Yo sé que Ángel Di María ama a este club y ama ponerse nuevamente esta camiseta. No voy a prometer nada porque estas son cosas muy personales, pero la gente que se quede tranquila que él siempre tiene en la cabeza volver a Central. A lo mejor esta situación puede ser que lo piense un poquito más profundamente. Pero él sueña con volver a ponerse esta camiseta y ojalá algún día lo haga, y tenga la suerte yo de dirigirlo. Sería un honor. Ángel ama a Central. Hablo continuamente con Di María y él ama el club", afirmó.