"Varias comunidades indígenas salieron a repudiar este ataque porque es un tiro por elevación contra el gobierno de Alberto Fernández, nosotros pusimos el cuerpo para velar por derechos de esos pueblos que necesitan agua, comida, y elementos contra el Covid-19, es un uso político de la pandemia", dijo Magdalena Odarda, presidenta del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). La funcionaria fue denunciada penalmente ayer ante la Fiscalía Federal de Resistencia por la presunta comisión del delito de "propagación de una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas". La funcionaria dijo que están "utilizando el dolor de los familiares haciendo creer que hay culpables", porque la acusan por la muerte de un suboficial de policía por coronavirus.

La denuncia en su contra fue realizada vía on line por los diputados provinciales de la UCR Livio Gutiérrez, Alejandro Aradas y Roy Nikisch, que la acusan de haber incumplido el aislamiento obligatorio, a pesar de que, según ellos, "varios de sus colaboradores estaban internados en Buenos Aires por Covid-19". Página12 pudo saber que la situación habría sido la inversa: al regresar del viaje dos asesores se hicieron el hisopado y dieron positivo. "Es falso, yo no tenía a nadie enfermo, los compañeros que fueron conmigo dieron negativo antes del viaje", expresó la funcionaria a este diario.

"Las acusaciones que están agitando algunos sectores de la oposición política son una represalia porque dije que 'no se van a permitir más maltratos a los pueblos indígenas'", dijo al referirse a su visita a una familia Qom que fue brutalmente golpeada por la policía, y al haber sido encarcelados posteriormente los agresores. "Luego de mi viaje esos cuatro policías quedaron detenidos, creo que eso molestó a un sector de la población sobre todo porque inmediatamente en este ataque contra mi persona, a pesar de que saben que estoy convaleciente, les molesta que la Argentina cambió, no se tolera más la violencia contra las mujeres, los niños y los indígenas.

A poco de volver del Chaco, Odarda anunció que se había contagiado. "Me tomaron la fiebre varias veces, no contagié a nadie, al revés, fui contagiada en Chaco, al llegar pasé todos los controles, y además ningún funcionario ni miembro de comunidades con los que tuve contacto está enfermo", dijo. La funcionaria dijo a PáginaI12 que hoy se presentarán en la causa y evalúan denunciar a sus acusadores porque "es un grave delito generar zozobra en la población en medio de una pandemia y pretender utilizar el dolor de la gente que perdió a su familia para ganarse un voto". Además hará un pedido de informes a la ministra de Salud del Chaco "por sus dichos irresponsables sobre cuándo se originó mi contagio, queremos saber cuándo fue internado el subcomisario de Sauzalito, René Pongonza, a cuya familia le damos nuestras condolencias". Al policía se le había diagnosticado una gripe común. 

Odarda visitó Chaco los primeros días de junio para acompañar la distribución de alimentos y módulos sanitarios en el barrio Toba, por el convenio firmado con el Ministerio de Desarrollo Social y el de Salud de la Nación. Además, hubo una solicitud de asistencia directa efectuada por varias comunidades y organizaciones indígenas, incluyendo la Defensoría General de la Nación, que manifestaron su preocupación y pidieron su presencia en Sauzalito. La presidenta del INAI estuvo también con los y las integrantes de la familia Fernández-Saravia en su casa, luego del ataque que sufrieron en la madrugada del 31 de mayo, cuando una patota policial entró pateando la puerta de su casa, secuestró a cuatro jóvenes, entre ellos una menor de edad, quienes fueron torturaron y abusaron en la comisaría tercera de Fontana. De hecho, al terminar esa visita fue que Odarda dijo a este diario que no habrá más tolerancia con la violencia hacia los miembros de los pueblos originarios.

"Las acusaciones falsas tienen la intención de debilitar a un organismo cuya función es hacer respetar los derechos de los pueblos indígenas dentro del territorio nacional. No nos van a callar. A pesar de esa campaña de la oposición, habrá tolerancia cero para la violencia contra mujeres, niñas, niños, jóvenes y hombres indígenas", replicó Odarda. La funcionaria espera que, quienes llevan adelante falsas denuncias, renuncien a sus fueros. La presidenta de INAI afirmó que la declaración de no permitir más violencia, representa un compromiso del Instituto para seguir trabajando en el reconocimiento de derechos fundamentales para la población indígena, pero esto parece molestar a algunos grupos opositores. 

En el trayecto del viaje a la provincia de Chaco, Odarda sorteo todos los controles y chequeos interprovinciales porque se encontraba en perfecto estado de salud y contando con todos los permisos de la nación y las provincias. El mismo día que regresó a Buenos Aires, dos funcionarios del INAI fueron confirmados con COVID 19, y de inmediato comenzó el aislamiento hasta que tres días después tuvo los primeros síntomas y el hisopado dio positivo. Desde ese momento se encuentra aislada con estricto control médico. El origen y lugar del contagio será materia médica.

Desde el Impenetrable, la Guardia Comunitaria ambientalista Washeck y la Comisión de Recuperación Territorial Miraflores expresaron "disconformidad para con el ataque mediático que se está ejerciendo sobre la presidenta del UNAI y funcionarios del estado provincial que visitaron nuestra localidad. Repudiamos las denuncias realizadas por ciertos grupos, y nos llamamos como guardia y comisión de recuperación a tomar medidas preventivas y de auto aislamiento de toda nuestra comunidad wichí, de la cual seremos parte activa en evitar la propagación del virus. Condenamos también la actitud del partido político radical y sus políticos de turno, que jamás han podido parar el hambre, la discriminación y la pobreza de nuestro pueblo".