Lo imborrable

A lo largo de la historia los dominadores, los poderosos, reyes, emperadores, señores feudales la burguesía, el Estado han pretendido borrar las huellas de sus crímenes y atrocidades perpetrada contra personas insumisas que desafiaron las condiciones de explotación y el oprobio del sometimiento.

A pesar de sus infames intentos, estos criminales nunca han podido acallar las voces de quienes denunciaron esos aberrantes procedimientos de tortura, muerte y/o aniquilación.

Hubo rebeliones de esclavos como la encabezada por Espartaco poniendo en vilo al Imperio Romano, durante la Edad Media se dieron levantamientos de campesinos obligados a la servidumbre.

Durante la Revolución Francesa de 1789 y con la Revolución Industrial, sectores subalternos no solo hicieron oír sus voces, sino que actuaron con energía desafiando a los poderes establecidos.

El gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha colocado atriles en torno a la pirámide Mayo, pretendiendo ocultar y/o borrar los paluelos blancos que sobre las baldosas representan la lucha que las Madres de los detenidos desaparecidos por terrorismo de Estado vienen sosteniendo hace cuarenta años.

Esta burda maniobra forma parte del plan siniestro que busca borrar las huellas de las luchas.

Para el capitalismo, la cuestión es siempre la vivencia en un "presente continuo", pero no podrán de modo alguno ni frenar las revueltas, ni las ansias de emancipación por la libertad y la justicia.

No hay perdón, no hay ni habrá reconciliación posible, ni olvido para con los asesinos de los hijos del pueblo luchador.

Carlos A. Solero

Miembro de la APDH ‑Rosario