Por formalidad de contratos, ayer el fútbol argentino concretó un severo ajuste con la no renovación de más de cien vínculos de futbolistas que pertenecían a clubes de Primera. La pandemia abrió una crisis económica en los clubes que solo en casos extraordinarios los futbolistas encontraron ofertas de renovación. En la ciudad, Central se desprendió de cinco jugadores, aunque a uno de ellos, Marco Ruben, le propuso extender el acuerdo vencido. Mientras que en Newell’s se despidieron tres futbolistas y se conversa por la renovación de otros siete, entre ellos Mauro Formica y Mariano Bíttolo.

Ayer se cerró la temporada deportiva, al menos en los papeles. Los contratos de los jugadores concluyen el último día de junio y en Primera muchos de ellos se quedaron sin club para la próxima temporada. La incertidumbre de cuándo vuelve a disputarse el torneo aventó en los clubes la necesidad de negociar vínculos y más de cien futbolistas se quedaron sin trabajo. Aunque, en estos casos, por convenio entre la Asociación del Fútbol Argentino y Futbolistas Argentinos Agremiados cada uno de los jugadores que quedaron libre cobrará hasta fin de año el equivalente a un salario mínimo reconocido por el gremio.

En Central, quedaron en esa situación Nicolás Colazo, Sebastián Ribas, Claudio Riaño, Kevin Gutiérrez y Marco Ruben. Pero la dirigencia no descarta elevar oferta de continuidad para Riaño, dado que Ruben no definió su futuro y la demora por contestar la oferta de renovación de los canayas abrió la posibilidad cierta de que el ídolo se retire de la actividad. Riaño se quedó con el pase en su poder, por lo cual una continuidad en Arroyito solo exigiría un acuerdo de partes por su salario. Ribas debe volver a Lanús, dueño de su pase, al tiempo que Colazo y Gutiérrez se quedan con el pase en su poder.

En Newell’s, en cambio, la dirigencia adelantó que no negociará con Independiente por la renovación de Albertengo. El ex Atlético Rafaela jugó a préstamo por 200 mil dólares y su cotización no está en sintonía con la pérdida de protagonismo que tuvo el jugador en el equipo con el paso de los partidos. En tanto que Salinas retornará a Vélez e Ibáñez se queda en libertad de acción.

En el parque Independencia hay siete jugadores más sin contrato, desde ayer, pero el club pretende renovarlos.  Se trata de Mauro Formica, Mariano Bittolo, Cristian Lema, Matías Orihuela, Angelo Gabrielli, Braian Rivero y Ramiro Macagno. Cada caso tiene su particularidad.

Formica firmó a préstamo el año pasado por una temporada a cambio de un sueldo menor. Ahora el diez debe recibir una oferta del club que sea más representativa de su jerarquía en el equipo. Su continuidad depende de los dirigentes. Lema, en cambio, desde ayer es jugador otra vez de Benfica de Portugal, dueño de su pase. Los lusitanos pretenden vender su ficha pero la pandemia de coronavirus pronostica un mercado de pases muy deprimido en Europa y si no es negociado en el corriente mes los leprosos ofrecerán negociar un nuevo préstamo con cargo, lo que abre la chance concreta de su permanencia por un año más. Bíttolo, en cambio, ya jugó dos años a préstamo en el club. No se puede hacer un nuevo contrato temporario. El club debe acordar la compra de una parte de su pase para la renovación del ex Colón. Y las partes tienen conversaciones avanzadas, en una negociación que ameritará la inversión de 400 mil dólares por parte de los leprosos, aunque financiado. 

El defensor Matías Orihuela y el arquero Ramiro Macagno también tendrán ofrecimiento para quedarse en el club y en ambos casos se espera por acuerdos sin dificultades. Muy diferente a la situación de Rivero, quien en primera instancia rechazó la oferta que le hizo Newell’s para extender vínculo. Este caso es el más complicada dado que el jugador aspira a tener un contrato por números que den cuenta del lugar que se ganó en equipo. Porque si bien Rivero es suplente, es la primera opción de recambio y fue una solución para Frank Kudelka.  Pero las partes por ahora están lejor de un acuerdo.