Un docente de informática de la escuela evangélica perteneciente a la iglesia de Oroño y 27 de Febrero, quedó en prisión preventiva por posesión y difusión de material de pornografía infantil. Desde Fiscalía indicaron que se investiga si también cometió abusos sexuales contra menores de edad. La denuncia fue presentada el 20 de mayo por una trabajadora sexual, acompañada por el sindicato de meretrices AMMAR. "Espero que este hombre siga detenido y caigan quienes estén en la misma", dijo la denunciante a este diario, quien habló de "chantas pedófilos" que "se escudan en una cruz".

La fiscal Noelia Riccardi quedó a cargo de la investigación, y el sábado pasado imputó a Andrés Chariano --como figura en la agenda de audiencias de ese día--, docente técnico en informática, quien es además miembro de la iglesia de barrio Abasto. Luego de más de un mes de investigación, fue arrestado la semana pasada con material de un impactante contenido sexual infantil en sus dispositivos electrónicos. Al mismo tiempo, desde Fiscalía indicaron que se investiga si cometió abusos. "Fue una denuncia de una persona que tenía contacto con este hombre, quien a través de Whatsapp le compartía videos e imágenes con niños y niñas, de contenido sexual explícito. Se hicieron intervenciones y la semana pasada logramos la detención", dijo la fiscal a LT8. En tanto, indicó que "se sigue investigando porque aparentemente, según surge de los chats este hombre habría cometido abusos. No le fue imputado esto; ya que es materia de investigación", señaló.

La detención fue el resultado de una investigación que comenzó el 20 de mayo tras una denuncia sobre el material que poseía y difundía el docente. "El año pasado me llamó para concretar un encuentro conmigo y me contó estas cosas. En ese momento no tuve reacción, pero me quedé muy mal. Este año volvió a comunicarse desde otro celular y me dijo que tenía videos para mandarme, y le seguí el juego", relató la denunciante que se identificó como Xio, a quien en uno de los últimos contactos le preguntó por su hijo.

Cuando tenía 19 años, la mujer concurrió a la iglesia Evangélica Misionera Argentina, pero luego dejó de ir. "Cuando él me llamó la primera vez, me dijo que me conocía de ahí, y me contó cosas de su vida. Me dijo que tenía miedo por lo que había pasado con el médico del Garraham, que había que tener cuidado porque lo agarraron a ese hombre". 

Ante la necesidad de contar lo que sabía, la mujer buscó apoyo en AMMAR. "Antes de hacer la denuncia yo estaba muy mal y empecé a buscar a las compañeras del sindicato. Di con las de Rosario y me sentí muy acompañada, porque ya no podía dormir tranquila. Espero que quede detenida esta persona, que va a una iglesia, y los que están en la misma". Según advirtió, "hay alguien más que sabe de esto y está molestando", planteó sobre mensajes que le llegaron a redes sociales.

Según trascendió, en el allanamiento en la vivienda del imputado, en San Martín al 3500, se encontraron numerosos elementos de interés para la causa, como juguetes, pañales y prendas que llamaron la atención de los investigadores, además de numerosos elementos electrónicos. Tras llevarlo a audiencia e imputarlo por el delito de "divulgación y tenencia de material pornográfico infantil, agravados por tratarse de víctimas menores de 13 años", Riccardi solicitó la detención del acusado, a quien la jueza Paula Álvarez le dictó prisión preventiva por el plazo de 90 días, mientras avanza la investigación.