Una mujer de 31 años cayó en otra estafa de las conocidas como el "cuento del tío", cuando un hombre que se hizo pasar por empleado bancario, consiguió los datos de su cuenta y le sacó 32 mil pesos. Ella se dio cuenta cuando vio una transferencia que nunca hizo. Ocurrió el miércoles a la tarde, en el centro. En el mismo momento, Fiscalía imputaba en el Centro de Justicia Penal a ocho de diez personas implicadas en una banda que se dedicaba a las estafas telefónicas, y que en 22 hechos recaudó casi 25 millones de pesos. Se trata de hombres y mujeres que fueron arrestados el fin de semana y se los investiga por otra veintena de estafas. En total, 158 casos fueron denunciados al Servicio de Emergencia 911, entre febrero y junio de 2020.

Virginia recibió el llamado alrededor de las 15 del miércoles. Un hombre dijo llamarla del Banco Galicia y le pidió confirmar datos bancarios. Cuando cortó, encontró la transferencia. Ahora, el suceso está en investigación y desde el Ministerio Público de la Acusación no descartan que provenga de un desprendimiento de la banda capturada, u otro grupo con similar modus operandi.

De la banda desbaratada, ocho personas -cordobeses y rosarinos- fueron imputadas anteayer por los fiscales Mariano Ríos y Carlos Covani por el delito de "asociación ilícita por hechos con modalidad de estafa telefónica y secuestros virtuales". Los acusados son Matías H., Julio César T., Vanesa Aldana M., Lucía del Valle T., Florencia Sofía T., Vanesa Paola T., Franco Emanuel M., Eluney Abigail V., Blanca Violeta M. y Diego Roberto T., dos de los cuales permanecen prófugos. La investigación comenzó en abril, por 42 hechos: 34 estafas (modalidad cuento del tío) y 8 extorsiones (secuestro virtual) ocurridos entre el 28 de febrero y el 21 de junio. 

Según la imputación, los acusados tenían "roles intercambiables", entre planificación, suministro de logística con elementos de comunicación, lugares físicos para los llamados y vehículos, la puesta en escena engañosa y extorsiva, y la recolección del botín. En principio, se los imputó por 22 hechos, en más de 70 por ciento consumados, por lo que se cuantifica la afectación patrimonial en 24.500.000 de pesos, sin tomar en cuenta el incalculable valor de las joyas de por lo menos siete víctimas, mientras que la suma correspondiente a los 42 casos, se estima en 50.000.000 de pesos.

La modalidad comienza con un llamado al teléfono fijo de una persona, obtenido al azar. Quien llama desde un chip con datos falsos se hace pasar por un familiar de la víctima y le refiere que se producirá un cambió en los billetes en circulación, o que habrá un nuevo corralito, provocando que la víctima entregue su dinero a una tercera persona que se identifica como contador y se presenta en inmediaciones de su domicilio para retirar el dinero que -les dicen- sería devuelto, una vez realizada la operación. En los secuestros virtuales, llama una voz llorosa que se hace pasar por un ser querido en peligro. Luego otra persona toma la conversación y pide rescate, con entrega en la vía pública. Las víctimas son predominantemente personas de avanzada edad.