Con raíz armenia

“La cocina forma parte principal de la cultura de los armenios. Estamos todo el tiempo pensando en comer, comiendo y hablando de comida. Es un pilar fundamental de la familia”, dice Victoria Karamanukian a modo de presentación. La herencia de sus abuelas y de su bisabuela materna se convirtió en hobby y, con el tiempo, en profesión. Así nació Vika Cocina , su servicio de catering y delivery de comidas armenias y de Medio Oriente.
El menú de Vika Cocina tiene de todo: hay platos fríos como hummus y ensalada Tabule; hay platos calientes como el mante, plato estrella de la cuarentena. Todo es rico y tradicional. Pero la pastelería merece un apartado propio: “Los dulces de Medio Oriente son empalagosos, bañados en almíbar con un exceso de fruta seca, mucha nuez, pistacho, almendras, pasas, ciruelas, higos”, describe Vicky. Ideales para acompañar un buen café con borra, es imprescindible comerlos con una servilleta a mano, ya que no hay manera de no terminar con todos los dedos pegoteados. Un dulce adictivo, gracias a ese almíbar característico perfumado con canela y clavo de olor, una combinación intensa, picante y al mismo tiempo equilibrada.
Los más pedidos de la casa son baklava y deditos de novia: una masa filo con relleno de pasta de frutos secos triturados y almíbar. También hacen gurabie, similar al mamul pero sin relleno; una masita seca como un polvorón de manteca y azúcar impalpable. “Y un plato que técnicamente es un budín pero que le decimos turrón armenio porque es compacto y repleto de frutas secas”, describe Vicky.
Puesta a elegir un favorito, ella se queda con el shamalí, un bizcochuelo de sémola, denso y suave, bañado en almíbar. “Es una cuestión más de mis recuerdos; en casa aparecía solo de vez en cuando, porque lo traía una tía”, comparte.
Los dulces se venden por peso; el medio kilo ronda los $500/$600, dependiendo de la variedad que se elija. Y es importante tener en cuenta la anticipación, ya que todo es fresco y recién hecho, con entregas que se hacen dos días a la semana. Un viaje al paladar más goloso del Medio Oriente.

Pedidos por @vika.cocina en Instagram y @vikingacocinacatering en Facebook. Pedidos con anticipación. Las entregas se hacen los viernes y los sábados.

El mundo en un bocado

“Pastelería de autor”, define Paola Chang sobre la propuesta de Lab Sucré . Descendiente de coreanos, ella llegó a la pastelería cuando ya era licenciada en Administración de Empresas. “Tiene que ver con mi forma de ser, la mezcla entre Corea y Argentina; todo lo que hago está siempre relacionado a una fusión, la vida misma”, avanza. Sus bellísimas preparaciones ponen en juego todos los sentidos. La presentación minimalista de sus tortas -especialmente de las “fraccionadas”, porciones con forma de bloque- impacta de entrada. Luego aparece la combinación de texturas y de sabores de Oriente y de Occidente, sin dejar de lado toques bien locales, con mucho dulce de leche y chocolate.
La estrella del momento es el cheescake japonés ($1290), un bizcocho de vainilla esponjoso, de relleno clásico cubierto por crema chantilly y semillas de sésamo, con una textura muy particular. “Es un postre que por lo general baila, se mueve, cuando recién sale del horno”, describe Paola.
Para los que buscan una torta bomba, la rock ($1200) trae biscuit de chocolate, ganache de chocolate semiamargo, crema chantilly, dulce de leche y cobertura crocante de chocolate. Y para los amantes del té matcha, la Vert ($1200) lleva crema de chocolate blanco y matcha, biscuit de matcha y ganache de chocolate de leche.
En total hay quince variedades fraccionadas (café, vainilla, tiramisú, cheescake clásico, lemon, mango maracuyá, caramel banana, entre otras), que se venden por unidad ($210) y en promos por tres ($590) y por cinco ($890). “¿Una para destacar? La Kinder, que tiene una base húmeda de chocolate, dulce de leche, ganache de chocolate semiamargo con café, mousse de chocolate blanco y pedacitos de maní arriba”, recomienda Paola.
Para la cuarentena armaron cuatro combos especiales (de $600 a $800) que combinan tortas fraccionadas y más opciones de su menú, como los alfajores de maicena, scons, cookies, cuadrados, cakes, petits fours y pan de leche japonés de molde. Una excusa para conocer una pastelería diferente, preciosista, delicada y balanceada.

Lab Sucré queda en Av. Avellaneda 1932. Horario de atención: martes a domingos de 12 a 17. Delivery propio a todo CABA con costo según la zona. Pedidos por Whatsapp: 11-6464-0789 o por Instagram: @labsucre

Pastelero por un día

Con más de 20 años trabajando en servicios de catering para grandes eventos, la cuarentena se convirtió en un gran desafío para el equipo de Art Catering , comandado por Guillermo Busquiazo y Maru Lanfranchi. La idea era replicar la experiencia del cliente corporativo en la mesa familiar. Para eso diseñaron la propuesta #llenemoselvacio, con platos envasados al vacío que se entregan listos para terminar en casa, entre los que destaca la gran variedad de postres, una firma de la casa.
“Queríamos que los dulces fueran los mismos que probás en todos los eventos y que mantuvieran ese toque lúdico de terminar de armarlos en casa”, cuentan. Cada “bolsita” trae así todos los elementos necesarios para armar la porción y las instrucciones precisas para emplatarlo como un profesional.
Una de las las ventajas de este formato (en lugar de que venga listo para comer), es que permite trasladar estos postres sin riesgo de que se desarmen en el camino. A la vez, se pueden conservar por mucho más tiempo en la heladera, sin que las salsas o la humedad de los rellenos alteren la textura o el sabor del resto de los ingredientes.
Las opciones son varias: desde una una clásica chocotorta (la base de galletitas y relleno por un lado, la salsa de chocolate por el otro; aparte vienen las bolitas crocantes que completan la presentación, a $280); hasta el brownie de chocolate bañado con crema de Baileys, compota de frutos rojos y crocante de cacao ($280). Con sabores menos transitados, hay propuestas como la manzana especiada con Earl Grey, salsa toffee y crumble de vainilla y canela ($240) o el cake húmedo de dulce de leche, salsa de vainilla de Tahití y almendras caramelizadas ($180).
El más pedido es un clásico: el cheescake con frutos rojos y crocante de vainilla ($240), que también tiene una versión con cremoso de maracuyá y crocante. Con cuarentena (o sin cuarentena), un backup que no debería faltar en ninguna heladera golosa.

Art Catering recibe pedidos de lunes a sábados, de 10 a 18. Teléfono: 11-6462-4830 y 11-3055-7500. Al hacer el pedido informan qué día es la entrega en cada zona. También se puede coordinar retirarlo por la planta de Beccar. Instagram: @art.catering