Un policía santafesino, de 42 años, fue condenado ayer a la pena de 14 años de prisión por abusar de la hija de su pareja entre 2014 y 2016. Héctor Ayala fue llevado a juicio por la fiscal Alejandra Del Río Ayala y su par Ezequiel Hernández, donde el tribunal compuesto por Rosana Carrara, José Luis García Troiano y Luis Octavio Silva lo sentenció por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado y promoción a la corrupción de menores agravada. Como llegó al juicio en libertad, también se ordenó la prisión del acusado. En tanto, la fiscal Del Río Ayala pidió intervención del Inadi, frente al alegato "discriminador y estereotipado" de la defensa del agente.

Los abusos que la fiscal le endilgó al acusado fueron cometidos en una casa de la capital provincial, mientras el agente convivía con su pareja y las hijas de ésta (condenada en abreviado). “Los abusos se dieron en circunstancias de carácter degradante y de extrema humillación para la víctima”, dijo la fiscal sobre los sometimientos sufridos por la niña de siete años.

Además, aseguró que el imputado cometió los ilícitos "de manera reiterada, en presencia de la madre y de la hermana menor de la víctima". Y aseguró que "se aprovechó de la situación de convivencia y de ser el encargado de la guarda y la educación de la niña”, que se animó a contarle a su abuela. "También había violencia psicológica y simbólica", dijo sobre hechos en los que el policía les mostraba su arma o usaba las esposas para "mostrar su autoridad".

La madre, “a través de un juicio abreviado, fue condenada a 10 años de prisión como partícipe necesaria”, ya que "era testigo de los delitos cometidos por su pareja”, detalló la fiscal. “Incluso la víctima le contó lo que pasaba y la mujer no efectuó la denuncia ni evitó que estas situaciones siguieran sucediendo”.

Inadi. "Que un auxiliar de la Justicia diga que la corrupción de menores es un delito en el que hay que demostrar la depravación de la sexualidad humana como es la homosexualidad, es muy fuerte", dijo la fiscal a este diario, parafraseando los términos usados por el defensor de Ayala, Hector Tallarico. 

La titular de la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) de la Fiscalía de Santa Fe aseguró que "hay que empezar a señalar estas cuestiones porque es habitual que se utilicen estereotipos de género en estos casos: el hablar de que la víctima es una mentirosa y plantear cómo estaba vestida, no dejó de pasar", aseguró. "Tenemos una obligación convencional de evitar estos tratos discriminatorios. Este es un país con ley de Identidad de Género, reconocimiento a todas las identidades y donde debemos respeto. Debería hacernos ruido, incluso, que esto sea noticia, porque tendría que ser una práctica habitual de fiscales, jueces y juezas llamar la atención de cualquier litigante que incurra en estereotipos de género o en menciones discriminatorias. Sino queda como que hay feministas medio locas que dicen estas cosas", lamentó en el pedido que hizo de intervención del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). "Lo voy a pedir formalmente en la Fiscalía para que institucionalmente se haga un planteo, sino las cosas no van a cambiar. Hay leyes que dicen que tenemos que formarnos en género y no discriminar".