El fútbol mexicano tiene todo previsto para el regreso este fin de semana, pero el fantasma del coronavirus sobrevuela el inicio del torneo, con casos de contagios en gran parte de los equipos y con dos partidos postergados incluso antes de rodar la pelota. 

El torneo Apertura, ahora denominado Guard1anes 2020 como un homenaje al personal médico que hace frente a la pandemia, debía comenzar en la noche del jueves con el duelo entre el Atlético San Luis, equipo filial del Atlético Madrid, visitando al Juárez FC. Sin embargo, el conjunto de la frontera confirmó el martes que nueve integrantes de su equipo, entre futbolistas y colaboradores, dieron positivo de coronavirus, razón por la que los organizadores resolvieron trasladarlo al lunes

Para el viernes, la organización preveía el debut del Mazatlán, equipo que reemplazó al Morelia, que haría su estreno en la máxima categoría ante el Puebla. Pero el duelo también fue postergado para el lunes ya que el nuevo equipo presentaba tres contagiados en sus filas.

Ante esa situación, el partido que el viernes el Necaxa afrontará en su casa ante Tigres marcará el comienzo del certamen, más allá de que el equipo rojiblanco reportó cinco contagios en su última comunicación.

Pero la ola de positivos no se queda allí. El martes fue el Atlas el que hizo público que en los últimos testeos cinco de sus integrantes habían dado positivo, mientras que los Rayados de Monterrey informaron tres personas contagiadas. El miércoles siguieron los casos del Cruz Azul, con dos positivos reportados, y de las Chivas de Guadalajara, que confirmaron tres contagios. Por el momento, la Liga se limitó a dar a conocer los casos y detallar que las personas con COVID fueron aisladas, aunque garantizó que los equipos involucrados continuarán en la competencia.


En total, entre jugadores, colaboradores y directivos, la comunidad del fútbol mexicano ya tuvo 72 contagiados, entre los que se incluyen Enrique Bonilla, titular de la Liga MX, y Alberto Marrero, presidente de San Luis, ambos ya recuperados. 

A esta altura, la mayor preocupación de las autoridades no pasa por los casos confirmados, que se supone que ya están aislados y sin posibilidades de propagar los contagios, sino por los retrasos que tienen los laboratorios en entregar los resultados de los análisis, lo que podría determinar que algún futbolista infectado pueda saltar a una cancha. Por eso, hasta último momento no está claro que el torneo vaya a comenzar como está previsto.

Cuando se desató la pandemia, el torneo Clausura fue interrumpido y luego cancelado, sin que se determinara un campeón. Como parte de la pretemporada, los equipos disputaron la Copa por México, un certamen que terminó la semana pasada con la consagración de Cruz Azul como campeón. El torneo tuvo algunas irregularidades, ya que varios equipos debieron afrontar sus compromisos con juveniles porque algunos de sus titulares estaban aislados, al tiempo que hubo equipos que ni siquiera participaron. 

Otra situación poco clara se dio con el defensor argentino de Toluca Fernando Tobio, que en sus redes sociales denunció que el club lo obligó a entrenarse a pesar de que había dado positivo de COVID en el test al que había sido sometido.

México es uno de los países más afectados por la pandemia, con más de 360.000 contagiados y 41.190 fallecidos, cifra sólo superada por Estados Unidos y el Reino Unido. En la última semana, el promedio diario de muertes superó los 700 casos.