La pandemia y la gestión de la cuarentena acaparó casi toda la agenda pública esta semana, al ritmo de los contagios en aumento, la propagación en clusters y nuevos brotes, y las marchas y contramarchas que generan los reacomodamientos de la nueva cuarentena. El reporte ministerial de anoche sumó 32 casos nuevos de coronavirus en la provincia, y ahora la cuenta global de Santa Fe es de 867 diagnósticos positivos desde que se declaró la pandemia. De esos, 21 corresponden a Rosario y así la jornada volvió a marcar un pico de nuevos pacientes en un día. Ahora la ciudad acumula 125 casos. El resto se reparte en 4 de San José de la Esquina, 2 en Helvecia, y 1 en Villa Gobernador Gálvez, en Venado Tuerto, Arteaga, Casilda y Santa Isabel.

El alerta cundió en el policlínico Pami I, de Sarmiento al 300, tras conocerse que un hombre que estaba internado en sala común fue diagnosticado positivo de covid 19. Eso obligó a aislar a un médico, cinco enfermeros y dos camilleros que habían tenido contacto con ese paciente, tal como hace 15 días sucedió con unos 60 empleados del sanatorio Británico por un caso similar. Mientras tanto, el gobierno ayer tuvo que reformular el decreto por el cual a partir del lunes serán más rigurosas las condiciones para entrar y salir de la provincia, todo porque los camioneros pusieron el grito en el cielo. 

El transporte de cargas tuvo una semana agitada. La empezaron con un bloqueo en la ruta 34, sobre el límite con Santiago del Estero, por el destrato oficial que sufren al transitar por esa provincia, como el sellado de las puertas del camión con fajas para que el conductor no descienda. Y la terminaron con el decreto n° 647/20 de Omar Perotti sobre la obligación de que toda persona que desde el lunes ingrese a Santa Fe deberá presentar hisopado negativo de covid 19 realizado no más allá de 72 horas antes. 

"El transporte es una actividad esencial, por lo tanto es imposible que cada chofer que tenga que entrar en la provincia se haga un hisopado. Ninguna empresa con la economía al límite puede pagar un hisopado de 6 mil pesos. Y encima, con la imposición de 14 días de cuarentena, cada uno haría solo 2 viajes al mes. Lo que pasará es que habrá desabastecimiento de mercaderías. Por eso decimos que ese decreto es imposible de aplicar así como está", disparó Alfredo Guagliano, de la Asociación de Transportes de Carga Rosario, la patronal del rubro camionero.

El malestar generado obligó al gobierno a poner excepciones. El decreto así planteado habría impactado sobre los 20.000 camiones que cruzan el límite santafesino cada día, a través de las 26 rutas y caminos hacia las provincias vecinas. Luego de una reunión de ministros el jueves a la noche con el Sindicato de Camioneros, acordaron ablandar la norma para los choferes que salen y entran de la provincia. "Logramos llegar a un acuerdo: el hisopado no será pedido al transporte de manera obligatoria, sí habrá control de fiebre, de olfato y solo en caso de necesidad sí se procederá a realizar el hisopado y directamente desde la provincia. Pero para nosotros el hisopado no será obligatorio", afirmó a Rosario/12, Sergio Aladio, secretario general del gremio.

"Necesitamos concientizarnos para seguir los protocolos y a la ciudadanía en general. Es el desafío de no dejar solo al gobernador y tratar de generar la menor cantidad de contagios posible", agregó el camionero. 

Más tarde, el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, asumió que el decreto había ido demasiado lejos. "Estamos preparando un sistema que permita desde el lunes controlar sin complicaciones graves, porque realmente la variedad y cantidad de gente que ingresa es infinita. Tratamos de implementar exámenes alternativos al hisopado, pero el registro de cada persona al ingresar sí será exigido", aceptó el funcionario de Perotti. 

El avance de los contagios también hizo aparecer en escena al sindicato del personal sanitario, Atsa. “Estamos preocupados por suba de la curva, tenemos realmente muchos trabajadores muy angustiados porque todos en todos los efectores tenemos contagios", dijo Marcelo Liparelli, titular del gremio. 

El sector de Sanidad blanqueó así la preocupación que campea en los efectores públicos y privados de la ciudad. En la mayoría hubo personal contagiado de coronavirus, y lo ocurrido ayer en Pami I acrecentó el alerta. "Estamos ocupándonos del tema de protocolos, pidiendo a los empresarios que se ocupen en serio de las necesidades sanitarias en los lugares de trabajo", agregó. “La situación genera mucha angustia, estamos preocupados y ocupados, hemos disminuido la atención presencial en el gremio y estamos poniendo toda la atención en los sanatorios y clínicas”, completó Liparelli.

En la decisión de suspender las reuniones afectivas, el Ejecutivo estuvo al borde de restringir también el acceso y permanencia en bares y restaurantes. Por eso ayer la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario (AEHGAR) lanzó una apelación formal al sector para saber aprovechar la dispensa. Les pidió "extremar las medidas de seguridad establecidas por los protocolos preventivos" para no regalar un motivo que implique retroceder de fase y volver al aislamiento riguroso, lo cual volvería a perjudicar la economía del rubro, en tímida reactivacón desde el 8 de junio.

"AEHGAR solicita a los establecimientos gastronómicos prestar especial atención a las medidas de distanciamiento social, uso de tapabocas, desinfección de elementos y superficies, reducción de la capacidad y todas las indicaciones contenidas en los protocolos diseñados para la actividad hotelero gastronómica", señaló la entidad.