Donald Trump busca responsables para el traspié legislativo que sufrió su cruzada contra el Obamacare. El presidente de Estados Unidos le echó la culpa al ala ultraconservadora de su Partido Republicano por el fracaso de la reforma del sistema de salud, señal que presagia el comienzo de duras batallas en su próximo gran proyecto: la reforma fiscal. “Los demócratas están sonriendo en D.C. (por la capital federal, Washington), al ver que los parlamentarios del Freedom Caucus, grupo que reúne a los republicanos ultraconservadores, bloquearon la adopción de la reforma”, escribió ayer en Twitter, el canal habitual que utiliza para expresarse. “Al actuar de esta manera, el Freedom Caucus salvó a Planned Parenthood, la organización que provee la mayor cantidad de operaciones de interrupción de embarazo, que es sin embargo su peor enemigo”, ironizó Trump en el mensaje. El tuit dominical de Trump, luego de pasar un fin de semana de consultas y reflexión en un golf de Virginia, cerca de Washington, sonó a una advertencia dirigida al ala más conservadora de los republicanos, empujada a volcarse a un mayor pragmatismo. 

El fracaso del presidente y de su mayoría, que no pudo darle la estocada final al Obamacare, la emblemática ley de seguros médicos aprobada por la administración demócrata, es un golpe duro para Trump y para su partido. El presidente pretende ahora evitar el mismo fracaso en la reforma fiscal, su segundo gran proyecto legislativo. En ese intento, podría toparse con la misma piedra con la que se chocó en la reforma de salud: la brecha entre los republicanos más ultras de su partido, sector cercano al Tea Party, y los republicanos más moderados.

Consultado por la cadena ABC luego del tuit de Trump, Mark Meadows, legislador de Carolina del Norte y líder del Freedom Caucus en la Cámara de Representantes, se mostró conciliador. “Estamos determinados a trabajar junto al presidente y al jefe de la mayoría parlamentaria, Paul Ryan, para estar seguros de que obtendremos cierto consenso”, aseguró Meadows. 

Mientras tanto, los demócratas observan con deleite la incapacidad del presidente para definir un proyecto político que unifique a su partido. “Entre los republicanos hay siete niños en la cama pero hay frazadas sólo para cinco”, ironizó Chuck Schumer. “Si Trump elige encaminarse en el sentido de los ultraconservadores, los moderados abandonarán el barco”, vaticinó el jefe de la bancada opositora en el Senado.