Las muestras de protesta contra el racismo en la NBA están conmoviendo al mundo, pero a la vez comenzaron a despertar algunas polémicas, después de que algunos protagonistas no se sumaran a arrodillarse o a vestirse con las camisetas negras y la leyenda "Black Lives Matter".

Antes del partido que Miami le ganó el sábado 125-105 a Denver Nuggets, el pivot de los Heat Meyers Leonard decidió escuchar el himno de los Estados Unidos parado, ya que su hermano mayor es militar y combatió en el ejército en Afganistán. "Hoy, escuché a mi corazón... Mi hermano y muchos amigos cercanos han jurado proteger este país a toda costa, y eso significa algo para mí, al igual que la bandera y nuestra nación", escribió Meyers tras el partido en su cuenta de Twitter, para justificar su decisión.


El basquetbolista, que fue titular en 49 partidos de la temporada y promedia 20 minutos por encuentro sí lució la remera negra con el lema "Black Lives Matter" para escuchar el himno estadounidense. Como el técnico de Miami Erik Spoeltra lo mantuvo en el banco de suplentes durante todo el duelo ante los Nuggets, muchos lo interpretaron como una sanción, algo que el entrenador se encargó de negar:  "Tiene el respaldo de todos en el vestuario". "Él apoya completamente este movimiento exactamente igual que todos en nuestra organización y en la NBA", remarcó Spoelstra.


Tras el partido, Leonard explicó su postura e intentó aclarar que apoyaba el movimiento, más allá de no haberse arrodillado. “Espero que la gente que no me conoce pueda aprender de esto. El mundo ahora parece blanco o negro y si no te arrodillas estás en contra. Y eso no es así”, indicó el jugador, que promedia 6,1 puntos y 5,1 rebotes en la campaña. 

Leonard continuó con sus explicaciones en las redes sociales. "El movimiento Black Lives Matter también significa mucho para mí. Lo que ha sucedió y sucede en nuestro país es inexcusable y está completamente equivocado. Continuaré usando mi voz, mi plataforma y los recursos de mi familia para comprometerme a ayudar a hacer un cambio", aseguró el jugador de 28 años, que está cumpliendo su séptima temporada en la NBA.

"Estoy increíblemente agradecido por el amor y el apoyo de mis compañeros de equipo, la organización Miami Heat, mi familia y amigos. Conocen mi corazón y mi posición. Puedo estar orgulloso de mis creencias y también apoyar a BLM", completó su mensaje.

Leonard fue el segundo jugador en no arrodillarse después de que lo hiciera Jonathan Isaac en el duelo que Orlando Magic le ganó el viernes 128-118 a Brooklyn Nets, cuando tampoco lució la camiseta del movimiento y escuchó el himno con la ropa de su equipo. “Creo absolutamente en el 'Black Lives Matter'. Pero no creo que arrodillarme o ponerme una camiseta sea la respuesta. Para mí personalmente, no van de la mano con el apoyo a las vidas de los negros", expresó el alero de Orlando, un jugador de profundas creencias religiosas y que en febrero se ordenó como pastor evangelista. "Por supuesto que creo que las vidas negras importan, pero para mí las vidas de los negros se apoyan a través del Evangelio. Todas las vidas se apoyan a través del evangelio”, completó Isaac, que tiene 22 años y está en su segunda campaña en la Liga.

Su postura no impidió que rindiera en el campo, donde anotó 16 puntos y gozó de la confianza de su técnico, Steve Clifford. "Es una decisión personal. Nosotros nos apoyamos unos a otros en esto. Si alguien no está cómodo arrodillándose y quieren estar de pie, nadie va a tener ningún problema. Yo lo apoyo”, explicó el entrenador de Orlando. 

Otro que quedó en el centro de la escena fue Gregg Popovich, el entrenador de San Antonio Spurs, que no se arrodilló el viernes en el encuentro ante Sacramento, aunque sí lució el buzo con la leyenda Black Lives Matter. Pop permaneció erguido junto a sus jugadores y al lado de Luke Walton, el técnico de Sacramento, que sí se arrodilló durante el himno estadounidense.

Gregg Popovich utilizó la ropa con la leyenda Black Lives Matter, pero no se arrodilló. (AFP)

El técnico que dirigió a Emanuel Ginóbili a lo largo toda su carrera en la NBA se pronunció en numerosas ocasiones en contra del racismo y las injusticias sociales, además de cuestionar al presidente estadounidense, Donald Trump. Si bien se descuenta que apoya el movimiento, esta vez prefirió guardarse para sí mismo las razones por las que no se arrodilló. "Todo el mundo tiene que tomar una decisión personal. La Liga ha sido excelente al respecto. Todos tienen la libertad de reaccionar de la forma que quieran. Por cualquier razón que tenga, reaccioné de la manera que quería", remarcó el entrenador, que cursó sus estudios universitarios en la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Desde el reinicio de la temporada de la NBA, el jueves pasado, todos los partidos comenzaron con los jugadores apoyando una rodilla sobre el suelo durante el himno, como un gesto de apoyo a las masivas protestas contra el racismo y la brutalidad policial en la sociedad estadounidense, tras el asesinato de George Floyd por parte de un oficial de Minneapolis en mayo pasado.