La primera ministra británica, Theresa May, recalcó ayer la “fuerza imparable” del Reino Unido y mantuvo su primera reunión con la líder escocesa, Nicola Sturgeon, desde que ésta relanzó su plan de independencia, decidida a evitar una ruptura del país antes de dar inicio al proceso de salida de la Unión Europea (UE).

A dos días de que May notifique oficialmente el Brexit a la UE, las dirigentes se reunieron durante casi una hora en un hotel de Glasgow, Escocia, en su primer encuentro desde que la líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) anunció, hace dos semanas, su plan para impulsar un nuevo referéndum de independencia. Antes de que mañana el Parlamento de Escocia vote una moción para otorgar al gobierno autónomo el mandato para promover el plebiscito, la jefa de gobierno conservadora dijo que las complejas negociaciones con Bruselas que se abren a partir de ahora requieren que todos en el Reino Unido trabajen “juntos”.

“En Escocia, Gales e Irlanda del Norte, eso significa respetar, y sin duda fortalecer, los acuerdos de autonomía. Pero nunca permitir que la unión se separe y se debilite o que nuestra gente sea dejada atrás”, dijo la primera ministra en una intervención antes del encuentro. May está en el medio de una cruzada para mantener la integridad del Reino Unido luego de que el resultado del referéndum del 23 de junio pasado revelara profundas diferencias en los cuatro países que forman el Estado, con el triunfo del Brexit en Inglaterra y Gales y su rechazo en Escocia e Irlanda del Norte.

Sturgeon quiere celebrar un segundo referéndum de independencia de Escocia a fines de 2018 o principios de 2019, pero May ya ha dicho que “ahora no es el momento”.