“Ya han cerrado espacios donde funcionaban milongas y otros están por hacerlo; la manifestación cultural por excelencia de nuestra ciudad está en riesgo de extinción y si esta situación no se revierte, el daño será irreversible”, advierten en un comunicado conjunto la A.O.M. (Asociación de Organizadores de Milongas) y Mi.Se.So (Asociación de Milongas con Sentido Social). Ambos colectivos llaman “a la reflexión y al diálogo a los funcionarios correspondientes para alcanzar soluciones”.

La situación en el sector es, como en otros ámbitos culturales, dramática. Pero con el agregado de que las milongas se anticiparon varios días a la cuarentena (suspendieron sus actividades el 11 de marzo) y que, con demoledor realismo, entienden que serán “los últimos de los últimos” en reabrir: eso de bailar abrazados y en contacto estrecho con desconocidos, a veces con turistas extranjeros, suena hoy a una quimera. En lo concreto, lamentan el cierre de tres espacios y advierten por el futuro de otros muchos, y por sus trabajadores. La complejidad de la situación se agrava porque muchas milongas funcionan en espacios ajenos y su continuidad depende también de que se articulen medidas para esos espacios. También reclaman el subsidio BA Milonga de este año que “aún no tiene dictadas las Resoluciones Administrativas” y dicen que su pedido de ayuda extraordinaria fue rechazado por el Ministerio de Cultura porteño que conduce Enrique Avogadro.

Más aún, desde la AOM denuncian que fueron contactados desde Festivales para sumarse sin pago alguno “por falta de presupuesto” para la “celebración” online del Festival de Tango. “Si ellos que son gobierno, que les cabe defender y proteger la cultura, la explotan, lo que hacen es llevar la precarización laboral a un estadío cada vez peor”, critica Julio Bassan, por la AOM. Valeria Buyatti, de las Milongas con Sentido Social, señala que la ayuda extraordinaria podría surgir justamente del presupuesto originalmente asignado al Festival y Mundial, que debía realizarse para estas fechas. “Los presupuestos ya estaban asignados desde el año pasado, no se aplicaron y no están utilizando ese dinero para ayuda extraordinaria”, señala.

Hasta el momento cerraron La Aurora (Abasto), el Estudio Mario Morales (San Telmo) y DNI Tango (Almagro). En este último, por ejemplo, trabajaba más de una docena de profesores y bailarines y había decenas de clases por semana, además de una práctica vespertina muy popular los sábados. Los tres son de la AOM. De MiSeSo, cuentan, aún no cerró ninguno, pero hay “más de media docena de espacios en riesgo concreto, viendo cómo negociar alquileres para poder continuar cuando se reabran las actividades”, cuenta Buyatti.

En cuanto a BA Milonga, se trata de un programa de apoyo del gobierno porteño que existe desde hace tres años y que se creó tras largos reclamos del sector, que incluyeron milongas callejeras frente a la legislatura con repercusión mediática internacional. Este año hubo dos novedades: la ampliación del presupuesto designado a 16 millones de pesos (que no quedará incorporada definitivamente al presupuesto y que, advierten los milongueros, tampoco hizo acuso de recibo de la inflación), y el adelantamiento de su convocatoria, que ilusionó a los organizadores. Pero aunque la convocatoria cerró a comienzos de mayo, aún no hay resultados. “Estamos en agosto y aún no se determinó cuáles son los proyectos aprobados, el dinero ni nada por el estilo”, denuncia Buyatti. “Además, el Consejo Asesor terminó su tarea hace más de un mes, así que ya es decisión del Ministerio el aprobar o no los proyectos”, puntualiza la representante de MiSeSo.

A días de cumplir cinco meses cerrados, desde las asociaciones el balance es funesto. Para Bassan la parálisis en BA Milonga es “un bochorno”. “Cerramos cuando no había protocolos de nada en ningún lado y seguimos sin protocolo con el que trabajar en distintas fases, cosa de incorporar algunas actividades del sector al cambiar de fase”, plantea.

“Larreta ya se endeudó con 150.000 millones. Dicen que toda la plata va para Salud, pero es mentira. En el presupuesto hay un ítem que estamos revisando con abogados y que se llama ‘Divulgación artística’: son 1856 millones de pesos. Decime qué divulgación artística hizo. ¿Qué porcentaje le compete al tango? Parece que necesitamos ayuda de la Unesco, porque acá el gobierno porteño ni nos ayuda ni nos escucha”.