En la causa de dólar futuro, casi todos los abogados de los imputados dicen que "el partido está liquidado". El diagnóstico surge después del extenso peritaje firmado por los peritos oficiales y los de parte que concluyeron, entre otras cosas, que la operación de dólar futuro se hacía en la Argentina desde hacía diez años; que también se realiza en otros países, que no se dañó el patrimonio del Banco Central, que no se afectaron las reservas, que sí incidió en pérdidas de la entidad monetaria, pero que igualmente registró ganancias todavía mayores en 2015 que en 2016, que no se podía favorecer intencionalmente a ningún comprador y que, el objetivo de un banco central no es tener utilidades sino estabilizar y desarrollar la economía. En esa catarata de definiciones, los peritos no mencionaron ningún delito ni irregularidad lo que, en principio, derrumba el armado del fallecido juez Claudio Bonadio y la denuncia que encabezaron Federico Pinedo y Mario Negri contra ex funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.

El texto de 82 páginas está firmado por tres peritos oficiales, Carlos Campodónico, Alejandro Del Acebo y Stella Maris Castaño, mientras que como peritos de parte firmaron Carlos Sgarbi, Alfredo O'Connell y Alicia Garófalo. Los especialistas no exhiben diferencias, aunque los peritos de parte siempre agregan algún párrafo en cada una de las respuestas a las preguntas de los jueces.

La causa en sí ya arrancó como una maniobra política porque la operatoria de dólar futuro era una estrategia económica decidida por un gobierno democrático, con CFK como presidenta, Axel Kicillof como ministro de Economía y Alejandro Vanoli como titular del Banco Central. Por lo tanto, a priori no parecía judiciable, a menos que se descubriera que benefició a alguno de los que decidieron la medida. En realidad, lo que ocurrió fue lo contrario: en la lista de los que aprovecharon la jugada figuraron todos nombres del macrismo. Dos empresas de Franco, el padre de Mauricio; dos empresas vinculadas a Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, integrantes del gabinete; el amigo de la vida de Macri, Nicolás Caputo y el asesor del ex presidente, José Torello. Del palo mediático se conocieron La Nación y Cablevisión.

El peritaje responde 81 preguntas formuladas por los jueces del Tribunal Oral Federal 1 --Adrián Grunberg, Ricardo Basilico, José Antonio Michilini-- y esos mismos magistrados son los que ahora tendrán que evaluar las conclusiones, aunque el fiscal Diego Velasco deberá definir si continúa o no con la acusación. Es muy probable que las defensas planteen la inexistencia de delito. Se dice en Comodoro Py que es un juicio incómodo y una causa que nunca debió existir.

Banco Central

Un punto nodal de la pericia fue la pregunta sobre los objetivos de un banco central. Está formulada tres veces y siempre la respuesta es que no se busca obtener ganancias, que no es un banco comercial, sino que busca "la estabilidad monetaria, financiera y el desarrollo económico con equidad, en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional". La fórmula figura en la Carta Orgánica y está, de una u otra manera, en los estatutos o leyes de constitución de la mayoría de los bancos centrales del mundo.

Divisas

La pregunta por las divisas figura varias veces de distinta manera y las respuestas son siempre las mismas. El Banco Central tuvo ganancias en 2015 (147 mil millones de pesos) y menos ganancias bajo el macrismo en 2016 (67 mil millones de pesos), pero que lo sustancial es que la operatoria de dólar futuro, al ser en pesos, evitó que se perdieran reservas en moneda extranjera.

Habitualidad

También hay varias preguntas referidas a la habitualidad de la operatoria con dólar futuro, que empezó en 2005, o sea llevaba una década, en la que hubo cuatro años con resultados negativos, pero que igualmente sirvieron para el objetivo: mantener las reservas. En ninguno de los casos, dicen los peritos, se produjeron dificultades en el programa monetario. El Banco Central, además, tiene auditores externos y el control de la Sigen: los peritos consignan que no hubo objeciones ni de uno ni de otro a la implementación de la política de dólar futuro.

Beneficiarios

Los magistrados preguntaron si el BCRA o las autoridades económicas podían maniobrar para digitar a los compradores, o sea si se podía beneficiar a los amigos. La respuesta unánime a la pregunta fue que eso era imposible dado que en los dos mercados donde se concretó la operatoria "no es posible conocer las contrapartes de las operaciones a término ni al momento de concertarlas ni al momento de liquidarlas". La prueba palpable se conoció después: entre los compradores de dólar futuro no aparece ningún integrante del gobierno de CFK y sí en cambio hay numerosos referentes del macrismo.

Efectos

En la pericia figura una pregunta específica sobre los efectos del dólar--futuro: las respuestas a esa pregunta se tomaron de los organismos técnicos del Central.

* "Permitieron morigerar los efectos cíclicos de la oferta y la demanda de divisas."

* "Influyeron en las tasas de interés."

*"Evitaron un efecto negativo en las reservas."

Dólar blue

Los jueces preguntaron si el valor del dólar ilegal debía influir en la operatoria. Los peritos contestaron que "no fue una variante relevante" y lo mismo contestaron respecto del dólar-bolsa o el llamado contado con liqui. Es más, los peritos respondieron que "no es técnicamente aceptable tomarlos como valores de referencia". Los peritos dicen que se toma en cuenta un valor de dólar pactado por las partes más una tasa de interés.

Devaluación

Los peritos contestaron a una pregunta sobre los efectos de la devaluación que el macrismo produjo en diciembre de 2015. Señalaron que por esa decisión se perdieron unos 42 mil millones de pesos en la operatoria de dólar--futuro, pero se negaron a hacer consideraciones sobre esa pérdida justamente por lo que habían contestado en las preguntas anteriores: que la operatoria del dólar futuro tenía como objetivo estabilizar los efectos de la demanda de moneda extranjera. Es obvio que los referentes económicos del gobierno de CFK culpan al macrismo de esa devaluación e incluso de no haber tomado medidas para que no tenga efecto sobre el dólar futuro. Pero, sobre todo, lo que produjo aquella devaluación fue mayor inflación y un parate económico, justamente lo que trató de evitar la administración kirchnerista.

Desde el punto de vista del dólar futuro, se recuerda que el entonces titular del BCRA,  Federico Sturzenegger, consultó al juez Bonadio si procedía a saldar la operatoria o todo se consideraba ilegal. El fallecido juez dio el visto bueno para que se pague. Eso era una prueba de que la causa era política, tal cual lo afirmó incluso Elisa Carrió.

En todo el peritaje no aparecen reales diferencias entre los especialistas de la Corte Suprema y los peritos de parte. En general, los de parte más bien agregan texto y en ningún momento se oponen a las conclusiones. No figuran en las 82 páginas menciones a que la operatoria fue contraria a alguna ley o norma de los bancos centrales y al menos en siete respuestas se consigna que se preservaron las reservas del BCRA. "Quedó en claro que no hubo perjuicio alguno", le dijo a este diario Alejandro Rúa, abogado de uno de los ex directores del Central, Pedro Biscay.

La próxima movida vendrá ahora de los defensores de CFK, Kicillof, Vanoli, Biscay y los demás imputados, aunque habrá que ver la reacción del fiscal. La última palabra la tendrán los magistrados, pero todo girará en torno de la inexistencia de delito o que la operatoria directamente no era judiciable por ser una decisión política.