Grupos de carreros se movilizaron ayer frente a la Municipalidad de Rosario contra el fin de la tracción a sangre en las calles de la ciudad decretado a partir de mañana. Mónica Crespo, referente de la Cooperativa Cartoneros Unidos de Rosario señaló que "muchos" no quieren dejar sus caballos porque representan su única herramienta de trabajo, y aseguró que la Municipalidad les ofrece agruparse en cooperativa, pero sólo a los 450 de su organización. "Hay muchos otros compañeros que quedan colgados, que no están acá, que no tiene otras formas de vida", agregó. La solución -según explicó- es para 450 familias de carreros, y en total son 1380 los afectados por la ordenanza.