"Hay algunos funcionarios que hoy son muy sensibles al reclamo de algunos sectores de los cuales por ahí reciben un caudal de votos importante. Están mezclando una especulación de tipo electoral con una necesidad sanitaria". Ese fue la reflexión del ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, cuando le consultaron por la aglomeración de personas que se vio este fin de semana en los bares de la Ciudad de Buenos Aires, duramente cuestionada por los gremios que nuclean a profesionales de la salud

Las cifras de contagio y de muertos de las últimas semanas, para el ministro, son bastante claras:  "Hasta que no haya dos o tres semanas de descenso sostenido e importante de los casos uno no puede plantearse que se deben habilitar actividades que impliquen más circulación", opinó Gollan.

"El AMBA es una única unidad económica sanitaria y epidemiológica. La General Paz no divide nada. Todo lo que se haga en la CABA, repercute en la provincia", indicó el funcionario. "Puede ser que en algún momento en CABA empiece a bajar (el número de contagios), pero cuidado con el efecto tsunami porque el agua se va pero luego vuelve el efecto", advirtió. 

"La mesa de diálogo y de trabajo conjunto con la Ciudad existe, nos juntamos, tiramos los números. Pero la Ciudad define sus políticas de acuerdo a cómo ve la evolución de la línea de la enfermedad de acuerdo a lo que pasa exclusivamente en la Ciudad", observó el médico sanitarista. "Nosotros tenemos una visión diferente. AMBA es una única unidad sanitaria y epidemiológica y cuando tomamos una decisión tenemos que pensar en el vecino", señaló.

Reaperturas

Sobre las reaperturas que han ido creciendo en la Ciudad de Buenos Aires, Gollán consideró que "el funcionario y el dirigente político tiene que pensar en lo mejor para el bien común, que es la salud y evitar que se muera la mayor cantidad de gente", agregó, luego de volver a recordar el desgaste que vive el personal de salud de todo el país.

Además, "teniendo un horizonte de curación concreto" con la vacuna, insistió, "lo que hagamos en estos 4 o 5 meses implica que se va a morir más o menos gente. Nosotros pretendemos que sea la menor cantidad posible".

"No creo que el Gobierno de la Ciudad esté calculando que le va a colapsar el sistema. Ellos a nivel público tienen todavía un hándicap de 100/150 camas en la ciudad. A nivel privado, en cambio, está muy tensionado. El sistema privado en la ciudad hace tiempo está jugando al límite", advirtió el ministro de salud bonaerense.

"Cuando uno juega al límite y a la ruleta rusa el riesgo es muy grande", agregó sobre las aperturas. "Epidemiológicamente está todo para no hacerlo. Uno puede jugar a la prueba y error, pero el problema implica que tal vez la cosa se me desmadra y retroceder es problemático".

"A nosotros nos parece que hacer eso es aumentar la circulación, y eso aumenta la cantidad de casos en un momento donde la curva no decrece", opinó. "Si hablo exclusivamente de lo epidemiológico, si lográramos hacer hoy un cierre muy fuerte de dos semanas, le daríamos un golpe muy fuerte al virus porque cortaríamos las cadenas de contagios que hoy están en marcha", agregó.

La epidemiología, aclaró, "no es lo único que se pone en la mesa para barajar las medidas". "Hay otras necesidades, pero decimos que prioricemos lo que sea absolutamente necesario, y hay cosas que no son absolutamente necesarias. Nos gustaría que la gente se quedara en la casa", insistió.

El virus

Para Gollan, "era obvio" que "una enfermedad que en un mes y medio salió de un lugar remoto de China y se instaló en todo el mundo" iba a llegar a la Argentina. Cuando a principio de año advirtió la posible llegada del virus al país, recordó, "nos dijeron de todo Y se va constatando que todo lo que dijimos era así, no porque seamos unos genios sanitarios, sino porque era sentido común".

"Desde un principio dijimos que era una cuestión del AMBA con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, no porque la ciudad tenga la culpa de nada, sino porque el virus entró masivamente de población que vino de afuera y que vivía o trabajaba en CABA. También dijimos que luego iba a filtrar al resto del país", repasó.

El virus, explicó el funcionario bonaerense, tiene una enorme contagiosidad "y lo que se puede hacer es poner barreras para retrasar su contagiosidad, para que los casos no sucedan todos juntos y no saturen el sistema".

"Sería deseable que hubiera un poco menos de movilidad acorde a lo que sería una fase 3 más estricta, y eso no está sucediendo", opinó. 

En una entrevista radial con FM Millenium el ministro indicó que "todos los días, hablo con los trabajadores de la salud y es un esfuerzo descomunal el que están haciendo. No nos van a alcanzar los días para agradecer lo que está haciendo el personal de salud", lamentó, tras aclarar que "en la provincia de Buenos Aires no le está faltando nada a nadie (en los hospitales)", sino que el problema es que "los médicos están exhaustos" y cada día aumenta más el número de contagiados a atender.

Sin embargo, "hay gente que parece que no se da cuenta". "Hay un sector de la sociedad que ni siquiera es mayoritario, que sale por los medios burlándose de la cuarentena y burlándose de los trabajadores de la salud que están dejando todo su esfuerzo. Cuando dicen 'nos dejaron solos' yo creo que se están refiriendo a ellos", aseguró Gollan, al recordar, como ejemplo, a los "energúmenos que estaban haciendo sky en Chapelco".

Esas actitudes, para el funcionario, no corresponden a la mayoría. "En términos generales, aseguró el sanitarista, "la gente se está cuidando, sino no se explica que no hubiera explosión de casos en las 1400 villas. Hay casos que se van dando en forma progresiva pero no explosiva".

En ese camino, una de las principales herramientas fue la concientización. "Uno aspira a que no sea la cuestión represiva la herramienta con la cual se puedan corregir las inconductas. Se apela a la conciencia social, y por eso digo que hay muchos lugares donde a través de la participación del Estado y de las organizaciones sociales, de la Iglesia, se ha seguido trabajando en una acción permanente de concientización y esos resultados se ven. Sino fuera así la evolución de los casos en el AMBA sería explosiva", explicó.

"Dr Muerte"

"Cuando hemos salido a contar la realidad de lo que iba a pasar se nos acusaba de que metíamos miedo, de que no era buena esta metodología, que había que generar esperanza", recordó Gollan.

Sin embargo, señaló, "cuando yo digo lo mismo que Quirós, lo de Quirós está bien y yo soy el Dr Muerte. La Ciudad tiene un sistema de protección mediática muy fuerte", denunció sobre la cobertura que algunos medios de comunicación vienen haciendo desde comienzos de la pandemia.

"Hay determinados medios de comunicación que están jugando a otra cosa que no tiene que ver con resguardar la salud de la población, sino que obedecen a otros intereses y tienen mucho poder de fuego", sostuvo el funcionario. 

Los casos en el país

"Tenemos en estos momentos una cantidad de casos importantes que no dejó de crecer nunca, fue falso que dejó de crecer. Tendió a amesetarse, pero luego volvió a acelerarse", explicó.

Esa aceleración, aclaró, "no es muy empinada" en el AMBA. "Lo que apareció nuevo es que en el resto del país en ciudades que estaban vírgenes o con muy poquitos casos, empiezan a filtrarse cada vez más personas contagiadas y empiezan a aparecer brotes, que a veces se pueden apagar pero que se establecen como circulación comunitaria", indicó.

Cuarentena

"Mientras haya un sector de la sociedad a la cual se le está vedado hacer alguna actividad, por ejemplo ir a la escuela, viajar en subte, etc., mientras haya una medida de restricción formal, hay un tipo de cuarentena, que puede ser más profunda o menos profunda", opinó sobre la definición de cuarentena tan cuestionada desde distintos sectores.

El presidente Alberto Fernández, explicó Gollan, "dice que no le hablen de cuarentena porque hay un montón de gente que no está cumpliendo las restricciones formales que están establecidas en esta etapa de fase 3. Hay un montón de gente por la calle que sale a hacer cosas que no son imprescindibles".

"Todos queremos tomar una cerveza. Ahora, ¿es tan imprescindible?", cuestionó en referencia a las reaperturas de los bares en la Ciudad de Buenos Aires. "Si estuviéramos en guerra, y esto es una guerra contra un virus porque es una pandemia mundial, si están sonando las sirenas de los aviones no vamos a tomar cerveza. Es un esfuerzo que se pide por única vez cada 100 años".

En las inconductas, señaló el funcionario, "uno no se juega una cuestión personal, hay una responsabilidad social por lo cual sería doblemente reprochable: no te cuidas vos, pero tampoco cuidas a los otros".

"Tampoco estas personas dicen: yo me arriesgo, pero si me enfermo no me atiendan, no voy a pedir ninguna cama, me quedo en mi casa y me embromo. Van corriendo a la internación", señaló el ministro.

Vuelta a clases

Acerca de la reaperturas de escuelas, Gollan explicó que "si las condiciones sanitarias son las que son actualmente y las que uno prevé para el próximo mes y medio en provincia de Buenos Aires, va a ser muy difícil pensar en la apertura de las escuelas".

"Ojalá pasara algo casi milagroso, pero no veo que haya condiciones para volver a abrir el ciclo educativo. Esto pasa cada 100 años, si este año hay que dar una solución extraordinaria al tema educativo, será una situación extraordinaria mundial que pasa cada 100 años", completó.