Mientras analiza la curva de contagios y la disponibilidad de camas críticas, y las propuestas que le acercó el intendente Pablo Javkin de los sectores comerciales que piden abrir sin más, el gobernador Omar Perotti decidirá mañana, cuando se cumplan los 14 días de las restricciones, nuevas disposiciones. En un escenario sanitario complejo, con las voces de los especialistas recomendando más aislamiento, ¿el gobierno provincial le dará curso a la posibilidad de que bares y restaurantes puedan funcionar con nuevos protocolos? Ayer contemplaban habilitarlos, pero solamente con mesas en la vereda, hasta cuatro personas, y respetando el distanciamiento de un metro y medio. Y para garantizar su cumplimiento, los propietarios estarían obligados a contratar personal de seguridad. Más allá de lo que decida el gobernador sobre la actividad gastronómica, en la nueva etapa se mantendrán las medidas que limitan las actividades de la administración pública, no se habilitarán parques y espacios públicos, y los comercios continuarán con la modalidad de venta para llevar. Además, están evaluando la liberación de las actividades profesionales, por tunos, y la apertura de comercios barriales de menos de 40 metros que no tengan empleados. 

El gobernador Perotti y sus colaboradores le están dando forma a las nuevas disposiciones que se anunciarían mañana a última hora. La situación sanitaria es crítica, y en ese marco los especialistas recomiendan no levantar las restricciones, al menos por otros 10 días, para controlar la curva de contagios. Ayer, el Ministerio de Salud reportó 1.149 casos, nuevo record desde el inicio de la pandemia, de los cuales 588 corresponden a Rosario. Murieron 15 personas por covid-19, cinco con residencia en nuestra ciudad. Hasta la fecha se registran 230 fallecidos en la provincia.

Hasta el corte del mediodía, las autoridades sanitarias informaron que de 509 camas UTI en la ciudad, quedaban libres 63. Por otra parte, la cartera de Salud provincial comunicó ayer a los efectores públicos y privados de la Región Sur la suspensión y corte de todas las cirugías programadas e internaciones que no sean de carácter urgente. "La dinámica que genera esta pandemia es cambiante y estas disposiciones están sujetas a cambios constantes que serán evaluados y notificados a través del Ministerio de Salud provincial en caso de que la situación epidemiológica lo amerite", señalaron.

En el momento más crítico de la pandemia, los planteos de los propietarios de rubros restringidos --bares, restaurantes y gimnasios-- exigiendo poder funcionar desde el próximo sábado suenan extemporáneos. De todos modos, y ante los reclamos de esos sectores, el intendente Javkin le acercó al gobernador algunas sugerencias para que puedan abrir. Perotti analizaría habilitarlos, con horario restringido, hasta las 23, y un nuevo protocolo: mesas afuera, hasta cuatro personas a un metro y medio de distancia, y exigiendo no menos de dos guardias de seguridad que hagan cumplir el protocolo. 

Para garantizar efectivamente las medidas en las zonas de mayor concentración de bares y restaurantes, Pichincha y Pellegrini, reforzarán los patrullajes de la policía y la GUM, que en caso de incumplimientos procederán a clausurar. "Si son muchas las clausuras, el lunes cerramos", dijo una alta fuente del gobierno provincial. De todas maneras, todo lo que se está analizando puede modificarse si los números de contagios de hoy y mañana siguen aumentando.

"Estamos en el momento más crítico del ascenso de la curva de contagios y la ocupación de camas", aseguró ayer la directora del Hospital Centenario, Claudia Perouch. Hasta ayer al mediodía, en el efector provincial quedaban libres seis camas críticas, pero en la guardia había varios pacientes, de covid-19 y afectados por otras patologías, esperando para pasar a internación. "También se da una situación compleja en la cama general porque estamos en una época de enfermedades respiratorias, hipertensión, cardiopatías", dijo Perouch.

Según la directora del Centenario, "estamos en los dos o tres días más complicados del ascenso de la curva de contagios, quizás podamos a empezar a ver en tres o cuatro días un descenso que debería ser lo lógico para poder garantizar camas libres. Nosotros tenemos un contacto permanente entre todos los hospitales del sector público y privado de toda la provincia, y en base a cómo evolucionan las cosas y a un enfoque global, la ministra y el gobernador toman las decisiones".

Perouch agregó: "El problema es el recurso humano, sobre todo el capacitado, y en todos los hospitales hay una cantidad importante de médicos aislados, igual que las enfermeras, realmente nos preocupa. Entre todos debemos ayudar a la toma de conciencia, porque hay un grupo etario que es el que más contagia, que es el asintomático, que tiene la obligación de cuidar a la gente de riesgo. Hay que bajar el número de contagios si no vamos a estar complicados".