El Ripdrof/Molzen II de Alemania perdió por un escandaloso 37 a 0 ante el SV Holdenstedt II, debido a que durante el partido sus jugadores se negaron a acercarse a sus rivales, quienes en su anterior partido tuvieron contacto con un jugador que luego dio positivo en coronavirus.

Los futbolistas salieron a disputar el encuentro para evitar una sanción de 200 euros ya que, cuando el club Ripdrof Molzen II se enteró de que los jugadores de su futuro rival, SV Holdenstedt II, habían estado en contacto con alguien positivo en coronavirus, pidieron que se pospusiera el partido, pero esa solicitud fue rechazada por las autoridades alemanas.

Ante esta situación tenían dos soluciones: boicotear el partido o jugarlo, pero si decidían no jugarlo se arriesgaban a una sanción administrativa, por lo cual los futbolistas decidieron salir al campo, pero solo lo hicieron siete de ellos. Una vez dentro de la cancha, los jugadores rechazaron todo contacto con sus rivales, permaneciendo en su lugar y terminaron perdiendo por 37 a 0 en un partido de la 11ª División de Alemania.

"Varios jugadores han dicho que les gustaría evitar el contacto con los jugadores del SV Holdenstedt para estar seguros y estamos agradecidos de que estos siete jugadores se hayan ofrecido como voluntarios, de lo contrario, el club habría tenido que enfrentar una multa de 200 euros por no presentars y eso es mucho dinero para nosotros, especialmente en medio de la pandemia", indicó Patrick Ristow, el vicepresidente de Ripdorf/Molzen II, y añadió: "Cuando comenzó el partido, uno de nuestros jugadores pasó el balón al rival y nuestro equipo caminó hacia la banda. Los jugadores del Holdenstedt no entendían qué ocurría, pero no queríamos arriesgar nada. Durante el resto del partido, nuestros jugadores regresaron al campo pero se quedaron parados".