La estadía de los hermanos Romero en San Lorenzo va de escándalo en escándalo, con algún que otro gol en el medio. Reincorporados recientemente a los entrenamientos tras un mini melodrama que demoró su regreso al país desde Paraguay, este jueves, Angel Romero se anotó una contundente acción en su contra: durante la práctica realizada por la mañana en la Ciudad Deportiva del Ciclón, le fue muy fuerte y desde atrás al lateral Andrés Herrera, quien terminó con sufriendo "una fractura infrasindesmal del peroné izquierdo".

El defensor de 21 años es una de las buenas apariciones de San Lorenzo de los últimos tiempos y estaba en el radar de Palmeiras de Brasil, que ya había ofertado dos millones de dólares por el 60 por ciento de su pase. Herrera tendrá ahora tres meses de recuperación como mínimo. Desde su debut a fines de 2018, el correntino lleva jugados 32 partidos y marcó 4 goles, lo que le valió ser parte de la Selección Sub 23 campeona en el Preolímpico de enero pasado.

Aunque San Lorenzo no precisó la manera en que se produjo la fractura durante el entrenamiento a puertas cerradas, fuentes del club indicaron que fue producto de una dura entrada del paraguayo en un táctico reducido de mediana intensidad. Por ello, la actitud del gemelo que se para más adelantado en el campo (el otro, Oscar, juega más de mediapunta), de cruzar a Herrera desde atrás y de forma imprudente, generó malestar tanto en el director técnico Mariano Soso como también en algunos de sus compañeros.


Así, se reavivó una vez más la polémica en torno a los hermanos, que desde que arribaron al club a mediados de 2019, estuvieron envueltos en distintas situaciones de indisciplina y privilegio. En enero de este año, los Romero abandonaron una práctica enojados con el entonces director técnico, Diego Monarriz, por haber retirado a un familiar que se encontraba en un lugar indebido.

Al mes siguiente, en el entretiempo de la derrota con Talleres (0-1) en Córdoba, Ángel Romero cuestionó a Monarriz por decidir la sustitución de su hermano y se negó a jugar el segundo período. Ocurrido ese episodio, que la dirigencia de San Lorenzo decidió no sancionar, los referentes del plantel tuvieron una charla con los hermanos para que cambiaran su comportamiento.

Decretado el parate deportivo por la pandemia, los Romero viajaron a Paraguay a fines de mayo para continuar la cuarentena y allí permanecieron hasta el 27 de agosto, entrenando algunos días con la selección guaraní, mientras el resto del plantel de San Lorenzo trabajaba desde el lunes 10 en el predio de la AFA en Ezeiza.

El regreso al país no fue fácil, ya que los hermanos no querían cumplir con la cuarentena y pretendían volver junto a su familia y a un entrenador personal. Superados los inconvenientes, los gemelos tuvieron que cumplir con el aislamiento obligatorio de 14 días y el club les alquiló una casa en Cañuelas con canchas de fútbol para que pudieran continuar con la preparación que ya habían iniciado en el predio del seleccionado paraguayo en Asunción.

Finalmente, Ángel y Óscar se reencontraron con el grupo en la Ciudad Deportiva desde el pasado viernes y tan solo una semana después el primero de ellos quedó nuevamente apuntado por la lesión de Herrera.

El pedido de disculpas

Cerca de las 19, en un comunicado lanzado en las redes sociales del equipo de márketing que maneja la imagen de los hermanos paraguayos, Angel realizó un pedido de disculpas por lo sucedido en la práctica.

"Lamento mucho lo sucedido el día de hoy, en ningún momento tuve la intención de lastimar a mi compañero. Andrés Herrera, te hago llegar mis sinceras disculpas por este medio, desde mi llegada al club te convertiste en un gran compañero y amigo", expresó el atacante de 28 años.

"En toda mi carrera -continúa- es la primera vez que me toca vivir una situación tan difícil con un colega, a quien siempre respeté y tengo un gran aprecio. Mucha fuerza Andrés y quedo a tu disposición para todo lo que necesites".