María Celeste Encina tenía 31 años y cinco hijes cuando quedó internada con el 30 por ciento del cuerpo quemado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, el 25 de abril de 2018. Tres días después murió. Ayer empezó el juicio oral por el delito de femicidio, contra quien era su pareja y de quien pretendía separarse. Rubén Ezequiel Juan, de 25 años, está sentado en el banquillo y tanto la fiscal Marisol Fabbro como la querella del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) pidieron la pena de prisión perptua. El hecho fue corolario de un historial de violencia que durante tres años padeció la mujer. 

Cuello y tórax fueron las zonas más afectadas por las quemaduras provocadas contra Celeste, que se dedicaba a realizar tareas de recolección. Según testimonios, esa tarde ambos estaban adentro de la casa. En un momento él cerró la puerta de la habitación. Cuando dos de sus hijos entraron a la casa ella estaba quemada. Él dijo que había explotado la cocina. Pero sus dichos no pudieron ser corroborados por las pruebas reunidas en la investigación. 

Celeste llegó en estado de inconsciencia al Heca. La versión de su agresor no cerraba sobre lo ocurrido en Pasaje 1886 al 4400, en la zona sudoeste de Rosario, y quedó detenido. Celeste murió tres días después. En la investigación quedó claro el contexto de violencia de género --ella solía tener marcas pero decía que se había golpeado o caído-- y las  "intenciones de causar su muerte", como expresa la acusación de la fiscal. La investigación dio cuenta que Celeste vivía controlada por su pareja. "Supervisaba cada uno de sus movimientos como así también medía el contacto de la víctima con su grupo familiar" a quien ya prácticamente no veía, si no era con él. Tampoco quería que les hijes de la mujer, que en ese momento tenían entre 15 y 6 años, vieran a su padre biológico. 

El equipo de CAJ, conformado por las abogadas Juliana Tagliatti y Celina Ponti Marcuzzi (junto con la trabajadora social Cecilia Andreucchi y la psicóloga Ivana Tonero), expresaron en los alegatos de apertura que "Celeste no quería estar más en esa relación. Ya estaba cansada, agotada de la violencia que él ejercía sobre ella. Se lo venía diciendo a él y a sus familiares. Y así, una vez más, arrogándose el derecho de disponer de la vida de Celeste, ejerció su último acto de control sobre ella. Y eligió un medio doloroso, trágico, inhumano, de una crueldad sin igual". 

El tribunal compuesto por los jueces José Luis Suárez, Ismael Manfrín y Alejandro Negroni darán a conocer el veredicto la próxima semana.