La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó ayer la producción de ventiladores de emergencia para pacientes con covid-19, desarrollados por la la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la empresa rosarina Inventu. "Es una gran noticia y llega en el momento más necesario y urgente. Quiero destacar el trabajo del equipo de Inventu, con enorme convicción y sin descanso estos últimos meses para alcanzar el objetivo", valoró el rector de la UNR, Franco Bartolacci. En estos días, adelantaron, van a terminar la producción de 50 ventiladores que donarán para el sistema de salud provincial y municipal. "Trabajamos muy fuerte en lo que era la validación del equipo, por más que en algunas provincias ya lo hayan comenzado a producir. En la actualidad hay más de 150 equipos funcionando en distintos rincones del país", señaló el ingeniero Simon Carpman, líder del proyecto.

A cinco meses de haberlo presentado en sociedad, la ANMAT homologó ayer el ventilador de transición con afectación específica para la atención de la emergencia por COVID-19, llamado UnRespiro. "Si tomamos los plazos normales, antes de la pandemia, esto es un record. Anmat estuvo a la altura de las circunstancias respecto de lo que ellos hacen que es certificar", destacó en diálogo con este diario, Rigo Bisso, de Inventu. 

"Para una empresa que no se dedica a los dispositivos de salud este es un camino nuevo de arranque, no solamente con el desafío de diseñarlo, de crear un dispositivo de estas características, si no con todo lo que tiene que ver en la certificación de normas de calidad, porque al ser un dispositivo tan invasivo, tiene el grado más alto en la categoría de Anmat", dijo Bisso sobre la importancia de haber conseguido la homologación.

Como el organismo no avala productos si no a empresas que los presentan, los desarrolladores firmaron un convenio con Goldmund S.A., fabricante de los electrodomésticos Peabody, para su fabricación en serie. "Es un respirador que tiene grandes características, un costo reducido que oscila entre un 30 o 40 % de lo que sale un respirador convencional en el mercado y está pensado para la emergencia por lo que es fácil de usar y es de rápida escalabilidad en términos de producción", comentó Bartolacci. 

Específicamente, el modelo desarrollado por la empresa rosarina “mueve el aire dentro y fuera de los pulmones de manera controlada, y monitorea presiones y volúmenes. También controla la mezcla de aire/oxígeno, y posee pantalla táctil para monitorear y controlar los parámetros principales: frecuencia, presión, volumen, flujo, unidades de medición y modo de control”.

La semana próxima, cuando los desarrolladores reciban los cables especiales que se necesitan para las fuentes de los ventiladores, que ya están en la Aduana, quedarán listos los 50 que van a donar a la provincia y al municipio, "para que puedan ser utilizados allí donde los profesionales recomienden en el marco de la planificación sanitaria”, dijo el rector, quien agradeció el aporte de los profesionales de la salud de la ciudad que colaboraron con el proyecto, de las autoridades y docentes de la Facultad de Ingeniería, el intendente Pablo Javkin, el gobernador Omar Perotti, el diputado nacional Germán Martínez, y el ministro de Educación de la Nación Nicolás Trotta. 

“Es una gran construcción colectiva. Estamos muy contentos de alcanzar el objetivo que nos planteamos en marzo, que para nosotros sintetiza lo que debe ser la Universidad Pública: Producción de conocimiento científico, ciencia rosarina al servicio de la gente, sobre todo en los momentos que más se necesita”, indicó Bartolacci.

Los desarrolladores liberaron la patente del ventilador. En mayo; la provincia de Corrientes, al tener la potestad de validarlos, avanzó en la producción de 110 ventiladores basados en el prototipo desarrollado por la empresa rosarina. “Desde el vamos pensamos desarrollar estos respiradores con el objetivo de que no falten en ningún lado, por eso es un proyecto solidario y de código abierto. El proyecto tomó escala internacional porque ya se están solicitando en otras partes del mundo, como por ejemplo en Chile y Perú”, apuntó Carpman.

Desde la UNR destacaron los aportes de instituciones educativas como la Universidad del Gran Rosario, aportando el conocimiento de kinesiólogos expertos en respiración mecánica, que junto a los profesionales de la Salud Pública provincial y municipal, aportaron el conocimiento teórico y empírico de sus Unidades de Terapia Intensiva. También el de la Asociación Rosarina de Anestesiología, aportando profesionales, instalaciones y tecnología para garantizar ensayos y simulaciones que permitieron confrontar el ventilador con situaciones de conflictos respiratorios.