”(Emanuel) Brítez tiene el tema cerrado en Central, está buscando una salida”, reconoció ayer Lucas Gamba, compañero del defensor en conflicto con el club. Los que las partes involucradas no quieren decir es la discusión que mantuvo el ex Unión con Ernesto Colman, preparador físico del plantel. La pelea no llegó a las manos porque fueron separados en el momento que ganaba en intensidad. El futuro de Brítez está en manos de su representante, Christian Bragarnik, quien evalúa ubicarlo en algunos de los clubes que gerencia.

En la cuarta semana de pretemporada, Brítez le reclamó a Colman que baje la exigencias físicas en los entrenamientos. El jugador dijo sentir el esfuerzo en cada práctica. Colman se tomó el trabajo de explicarle las razones y los beneficios que tenían aquellas indicaciones. Para llevar a la reflexión al jugador, el presidente Rodolfo Di Pollina intercedió entre las partes y volvió la calma en las prácticas.

A la semana siguiente, Brítez sintió una molestia muscular. El estudio por imágenes diagnosticó lesión. Rabioso ante la noticia, Brítez le tiró el estudio a Colman en la cara y le echó la culpa de la lesión. La respuesta del preparador físico desafío al jugador: el desgarro, para Colman, obedecía a que Brítez no había seguido todas las indicaciones en su hogar durante la cuarentena. Fue allí cuando el defensor, furioso, desafío a pelear a Colman y la situación rápidamente fue resuelta con intervención de terceros.

Cristian González, días después, en conferencia de prensa, lanzó loas al trabajo de Colman, revalidando su respaldo, y separó a Brítez de los entrenamientos con la Primera. El defensor se fue a entrenar con los juveniles y reclama ahora por su salida del club, más allá de que la semana pasada en redes sociales el propio futbolista intentó desmentir los rumores de su situación en Arroyito.

La situación conflictiva de Brítez, para todos, tiene como única salida su desvinculación. Para aclarar, ayer Gamba se refirió al problema con claridad: "Brítez tiene cerrado el tema en Central, se está buscando una salida. Mucho no pudimos hablar. Tuvo un par de discusiones que lo tiene que arreglar personalmente con quien deba. Hay que esperar qué se resuelva, pero le deseo lo mejor porque es mi amigo", lamentó el delantero, compañero del defensor en Unión, años atrás.

Central será el más perjudicado, sin dudas, de la situación. Porque perderá a un defensor que puede jugar por izquierda, donde las únicas alternativas son juveniles, y es difícil que el club pueda recuperar los 600 mil dólares que pagó por su pase. Su futuro está en manos de Bragarnik, donde tiene injerencia en clubes de España, como Elche, y México. Algunas de las plazas que administra el omnipresente representante de jugadores será el destino de Brítez.

Junto a Brítez dejará el plantel, en las próximas horas, Federico Martínez. Independiente compró su pase a Liverpool de Uruguay y como beneficio los canayas se desprenden del juicio que le inició la entidad charrúa por falta de pago de la ficha del volante.