Luego de las penalizaciones que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) dictaminó en contra de Lewis Hamilton este domingo en el Gran Premio de Rusia y que le impidieron conseguir la victoria en la décima fecha de la Fórmula Uno, el capítulo controversial entre la entidad que regula el Gran Circo y el séxtuple campeón parece haberse cerrado, luego de que la FIA saliera a responder las acusaciones del inglés.

El Director de Carrera de F1 de la Federación, el australiano Michael Masi, fue quien respondió a las afirmaciones de Hamilton de que la FIA está "tratando de detenerlo". "Desde mi perspectiva, es muy simple que si Lewis quiere plantear algo, como le he dicho antes y le he dicho a todos los pilotos en numerosas ocasiones, la puerta siempre está abierta. Estoy más que feliz de discutir cualquier cosa, pero creo que desde la perspectiva de la FIA estamos ahí como regulador deportivo para administrar las regulaciones", expresó el representante del organismo en una nota recogida por la web oficial de la categoría.


Por su parte, el equipo Mercedes -que había salido el mismo domingo a apoyar a su campeón y a criticar el fallo de la FIA- aseguró que no apelarán las sanciones impuestas, tampoco la última de ellas, que finalmente les estableció una multa de 25 mil euros al anular la penalización extra en la Súper Licencia de Hamilton. En Sochi, Hamilton finalizó primero pero fue sancionado con 10 segundos por una maniobra realizada en la clasificación el día anterior. Así, bajó al tercer puesto y el triunfo fue para su compañero de equipo, el finlandés Valteri Bottas.

“Las cosas no siempre son blanco y negro, hay espacio para la interpretación… Hay reglas, hay cosas que se pueden interpretar de dos formas. Hay sentido común. Está el hecho de que se impuso una penalización en carrera, en realidad dos penalizaciones en carrera, por una infracción que ocurrió antes de la carrera", fue parte del testimonio de Toto Wolff, Jefe del Equipo de la escudería alemana, quien intentará soltar esta complicación y llegar al próximo Gran Premio, en tierras alemanas, con la ilusión de que su piloto estrella alcance el récord de victorias de Michael Schumacher, esa alegría que Rusia les negó.