Un senador oficialista del estado de Roraima fue detenido en el marco de una investigación por desvío de fondos destinados a acciones contra la pandemia de coronavirus en Brasil. Se trata de Chico Rodrigues, legislador del partido Demócratas y amigo personal del presidente Jair Bolsonaro. El operativo fue ordenado por el juez de la Corte Suprema Roberto Barroso a pedido de la Controladuría General de la Unión, que investiga fraude en una partida presupuestaria destinada al sistema de salud y otorgada al mandato del senador. Cuando la policía federal llegó a su casa de la ciudad de Boa Vista, capital del estado fronterizo con Venezuela, le encontró en total unos 30 mil reales (equivalente a 6 mil dólares). Bolsonaro no tuvo más remedio que destituirlo de su función de vicejefe del bloque del gobierno en el Congreso.

El propio Bolsonaro se despegó rápidamente del escándalo del senador Rodrigues y dijo que su gobierno lucha contra la corrupción. El Diario Oficial de la Unión publicó el jueves una edición extra con un mensaje del mandatario para destituirlo de su cargo de vicejefe del gobierno en el Senado. "Lamento el desvío de recursos porque cuando se desvía dinero de la salud personas mueren", dijo Bolsonaro más tarde al hablar con militantes en la puerta del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial.

Bolsonaro había grabado recientemente un video junto a Rodrigues diciendo que su relación con él era "casi una unión estable". A su vez, el senador contrató como empleado parlamentario en su despacho a Leonardo de Jesus, primo de los hijos del presidente.

Horas después del operativo policial, Rodrigues publicó un comunicado en el que dijo: "Creo en la justicia de los hombres y en la justicia divina. Estoy tranquilo. La policía vino a mi casa porque mi nombre fue citado en la investigación". El operativo tuvo lugar el miércoles en la ciudad de Boa Vista, capital del estado de Roraima, mientras Bolsonaro daba un discurso ante empresarios en el que afirmó que iba a pegarle "una patada en el cuello" a cualquier sospechoso de corrupción en su gestión. 

De acuerdo a fuentes policiales, el legislador guardó el dinero entre sus nalgas durante el allanamiento realizado por la policía federal por orden del Tribunal Supremo Federal, en base a una investigación por fraude en gastos parlamentarios destinados a combatir la pandemia de coronavirus. La revista Crusoé indicó que un policía contó que parte del dinero estaba manchado, lo que llevó al senador Humberto Costa, del Partido de los Trabajadores, a afirmar con ironía que "el bolsonarismo logró un hecho inédito en la historia de la policía federal: está obligada a lavar dinero".