Una concejala y una diputada provincial recogieron la demanda que ganó espesor en las últimas semanas, en cuanto al único grupo social que sigue tan restringido como cuando la fase 1 de control sanitario era la que imperaba: la niñez menor a 12 años. María Eugenia Schmuck y Mónica Peralta expusieron ayer, cada una en su ámbito político, una propuesta orientada a rehabilitar la vida social y recreativa de esa franja de niños y niñas, su práctica deportiva y artística, hasta ahora restringida, al menos en lo formal. 

“Presentamos este protocolo porque es una necesidad, hoy muchos niños menores de 12 años están padeciendo las consecuencias de un largo encierro que los afecta en su salud física y también en su salud emocional. Los niños necesitan volver al club, a encontrarse con las actividades deportivas y a socializar lejos de las pantallas”, argumentó la presidenta del Concejo Deliberante ayer al presentar la iniciativa. “Todo esto es posible, tenemos la decisión política no solo de visibilizar esta problemática, sino de resolverla. El protocolo es un primer paso para que les niñes y adolescentes retomen gradualmente sus actividades", abonó Peralta. 

Ambas legisladoras se basaron en información de la Dirección de Deporte Federado municipal. Además, en su experiencia propia de madres que observan los efectos del confinamiento tan prolongado en los más chicos. Esa repartición municipal –proponen las autoras– podría conducir el proceso de ir liberando de manera organizada, paulatina y escalonada las actividades para esa franja etárea. 

“Es fundamental pensar desde el Estado políticas enfocadas a resguardar la salud emocional y física de niñas, niños y adolescentes por eso, en esta coyuntura pandémica, nos propusimos articular acciones que prevengan daños y permitan a las y los más pequeños volver a su vida habitual de la mejor manera posible”, agregó.

El protocolo es muy similar al que ya manejan los clubes e instituciones deportivas, pero plantea una vuelta escalonada y paulatina en fases. Primero se rehabilitarían,los deportes individuales y luego los colectivos, siempre supeditados a la disponibilidad de espacios al aire libre, cantidad de docentes y los grupos de niños que practiquen esa disciplina deportiva. La iniciativa hace la salvedad de mantener la restricción a niños y niñas con patologías de base, sobre todo respiratorias, que los determinen dentro de grupos de riesgo en la pandemia.

Schmuck y Peralta proponen organizar estas actividades con un sistema de turnos y una autorización por parte de padres o adultos a cargo con valor de declaración jurada.  

"Una vez presentado el protocolo nos reuniremos con autoridades sanitarias para construir de manera conjunta algunos detalles de la normativa”, dijo la legisladora. Hasta ahora, la Casa Gris no emitió opinión formal.  

“Las niñas, niños y adolescentes son las víctimas ocultas del coronavirus. A pesar de la flexibilización de distintas actividades, ninguna los incluye. La falta de actividades fuera de casa predispone para que niños y niñas sean más sedentarios”, analizó Schmuck.

El esquema propuesto distingue un primer momento para autorizar deportes individuales, tanto de tierra o de agua, en espacios cerrados o abiertos. "En una primera etapa podrán regresar las disciplinas cuyas características deportivas lo permitan, de acuerdo a los niveles de riesgo para los niños y niñas. En un primer momento regresarán aquellos deportes individuales donde se cumpla con el distanciamiento social y no se compartan elementos", explicaron. 

El segundo momento refiere a los deportes colectivos o grupales. "Esta segunda fase comenzará entre 7 y 14 días posteriores después de haber arrancado la fase 1, según el factor de riesgo de cada deporte. En un primer momento regresarán aquellos deportes colectivos donde se cumpla mayormente con el distanciamiento social y no se compartan elementos", recomienda el proyecto.