Dos pasajeros, uno de ellos agente de la Policía Federal, y el otro, recolector de residuos, murieron la noche del lunes, al ser baleados en un tiroteo ocurrido durante un asalto a un colectivo que transitaba por las calles del barrio porteño de Barracas.

El episodio se registró alrededor de las 23.40 en la intersección de Suárez y Vieytes, cuando al menos dos personas asaltaron un colectivo de la línea 100 que se dirigía hacia el Gran Buenos Aires.

Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que en el momento del hecho en el colectivo viajaban 10 personas más el chofer de la unidad, identificado como Pablo Ramírez.

Según las mismas fuentes policiales, mientras uno de los ladrones se ubicó en la parte delantera de la unidad para amenazar a un pasajero y al chofer, otro se fue al fondo. Ramírez expresó más tarde a los medios que los delincuentes, sin mediar palabra, gritaron “¡bueno, están todos regalados!”. En ese momento, el agente Esteban Lagos, quien viajaba uniformado, se levantó de su asiento para dar la voz de alto y se inició un tiroteo en el que no está claro si fue sorprendido por la espalda por el ladrón que estaba en la parte trasera de la unidad. Lagos recibió cuatro balazos, según el informe de la autopsia. Se dispararon al menos 7 proyectiles.

El asaltante que se encontraba delante soltó al pasajero y escapó. Luego Ramírez relató que cerró la puerta creyendo que habían bajado los dos pero el segundo se encontraba dentro y lo volvió a amenazar. El chofer abrió y apenas escapó el segundo asaltante condujo a los heridos a la comisaría comunal 4 D, desde donde el policía fue inmediatamente llevado al Hospital Churruca.

En la puerta de la comisaría fue que se descubrió que había otros tres heridos. Uno de ellos, Juan Roberto Bonifacio, de 34 años y recolector de residuos, inicialmente sintió el impacto pero llegó a ponerse de pie y pedir que lo revisaran en la espalda porque sentía un ardor, pero luego se desvaneció. Trasladado al hospital Argerich, donde falleció.

Otros dos pasajeros también recibieron heridas pero se encuentran fuera de peligro. Se trata de Federico Sánchez, de 34 años, quien ingresó con una herida en su pierna y fue derivado por su obra social a la Clínica Bazterrica; y Christian Banegas, de 30, con un tiro en el pie, según detallaron los voceros.