Compañerxs, colegas, hermanxs: reenvío esta denuncia pública que hace mi hija Mayra Sofía Medina, frente a la impunidad y constante revictimización de la que ha sido objeto por parte de organizaciones que se dicen revolucionarias pero que en realidad lo que pretenden es mejorar los privilegios de los ya privilegiados dentro del sistema patriarcal: los hombres. Lo que pretenden estas organizaciones es que todos los hombres tengan los privilegios de los hombres blancos de clase alta, propietarios, que tienen acceso y control sobre todas las mujeres, en una especie de neocriollismo al que no le interesa realmente realizar transformaciones radicales de la sociedad. Dentro de estas organizaciones las mujeres siguen siendo vistas como objetos a ser poseídos, usados, manipulados, al servicio del deseo masculino. 

Este 12 de octubre debería haberse consagrado como el día de los violadores, ya que la violación de las mujeres ha sido histórica y socialmente construida, legitimada y consentida desde el proyecto colonial que inauguró Colón en estas tierras y sobre nuestros territorios. La violación de las mujeres es parte del proyecto colonizador que se ha impuesto como una "cultura" que responsabiliza a la víctima, y se materializa en un alto número de mujeres que son agredidas sexualmente en todos los ámbitos de lo social y en los lugares donde creemos estar seguras junto a nuestros "compañeros de lucha", quienes terminan siendo exonerados. Nosotras los vemos como nuestros compañeros de lucha mientras ellos nos ven como objetos para la satisfacción de sus deseos. A una mujer que se la viola en una organización se le está diciendo que no tiene derecho a estar ahí, que ése no es su lugar, o que está ahí al servicio del deseo masculino. La violación, el abuso sexual, las distintas formas de violencia contra las mujeres, las obligan a abandonar estos procesos organizativos, negándoles la posibilidad de aportar todo su potencial a estas luchas, retrasando la posibilidad de la transformación. 

La violencia contra las mujeres es reaccionaria. Si del Estado no se puede esperar justicia para las mujeres, tampoco de parte de quienes sólo luchan para reemplazarlo o simplemente para hacerse un lugar en él. Las mujeres no nos conformamos con la transformación de una pequeña parte de lo social, lo queremos cambiar TODO. La lucha debe ser feminista de verdad verdad, no como temita de moda para conseguir votos, antirracista; sin folclorización de lo indio y lo negro, reconociendo y valorando la diversidad sexual; sin condescendencias para posar de políticamente correcto, lo cambiamos todo o ¡lo cambiamos todo! Exijo en el caso de la violación colectiva de mi hija Mayra Sofía Medina por integrantes del Congreso de Los Pueblos y de Ciudad en Movimiento, Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no repetición. Que esto no le pase nunca más a ninguna mujer.

*Socióloga y docente. Magistra en Filosofía Política de la Universidad del Valle. Declarada activista de un feminismo negro, popular y decolonial.