Ante todo mucha calma, sabiduría y precisión quirúrgica en los pases. Esas cualidades dotaban el juego mágico de Ricardo Bochini dentro de una cancha de fútbol. A más de uno se le debe piantar un lagrimón cuando ve sus jugadas al pasar en algún video homenaje o pululando dispersas por las redes sociales. “El Bocha” llevó la 10 en la espalda y vistió la camiseta de Independiente durante 19 años, hasta que decidió retirarse en 1991. Cultor de fanáticos por su estilo de juego y su exigencia por el respeto al buen fútbol, toda su historia de deportista la vivió en el club de Avellaneda, alternó episodios inolvidables con la Selección Argentina y se colgó la medalla de Campeón Mundial en el ‘86. Su paso eterno por el Rojo lo hizo jugar 715 partidos y ensanchar las vitrinas del club de Avellaneda con cuatro títulos nacionales, cuatro Copas Libertadores, dos Copas Intercontinentales y tres Copas Interamericanas.

“Si todo lo que hizo en una cancha viajara por las redes con la agilidad que vemos en estos días sería un jugador de culto para el mundo entero. Pero el Bocha reinó en otro tiempo y, como el Quijote, se hizo grande desde un pequeño lugar que contribuyó a universalizar”, escribió Jorge Valdano en un apartado del libro Yo, El Bocha. Mi autobiografía. Aquello que estimuló el ex delantero, también campeón del mundo en el ’86, de que la historia del 10 tendría que llegar a las redes, sin querer obtuvo resonancia y el próximo miércoles 28 de octubre a las 22 hs, Bochini va a hacer un streaming por primera vez en su vida, en compañía del periodista partidario Jorge Rizzo, y va a contar todos los detalles de su carrera deportiva.

“Va a ser un reportaje como en televisión, pero voy a tener más tiempo para mí, para poder contar todo lo que viví en Independiente y en la Selección Argentina. Van a pasar jugadas mías y momentos importantes de mi carrera”, dice Bochini del otro lado del teléfono a Página/12 y agrega que esto se lo propuso “un conocido que hace eventos de este tipo, que estuvo con Coppola y que ahora lo va a hacer también con el Beto Alonso”. El 10, el del baile de la gambeta como cantó Bersuit Vergarabat - Y, porque soy/ de la escuela del Bocha/ voy con la fantasía/ a la estrategia fría– que en su época construyó paredes indestructibles con Daniel Bertoni y alguna que otra con Diego Maradona (“Yo tiré una pared con Dios”, llegó a decir el actual DT de Gimansia y Esgrima La Plata), agrega su visión del fútbol actual y la situación que atraviesa el torneo argentino.

-¿Que cosas sentís que cambiaron entre el fútbol que vos jugabas y el que se juega ahora?

-El fútbol no cambió para nada, sigue siendo siempre el mismo. Cuando tenes jugadores buenos podes hacer buenos partidos. Por ahí si vemos que el campeonato local tiene muchos problemas económicos y los jugadores se van todos a jugar a afuera rápidamente. No se quedan los mejores jugadores. Todos los años hay un equipo nuevo en los clubes. Antes no era tan así. Los únicos que pueden mantener jugadores son Boca, River y son los que ganan campeonatos. Hay mucha diferencia entre esos equipos y el resto. Antes esa diferencia no existía. Antes había siete, ocho o diez equipos que podían ganar un campeonato. Yo me retiré en el 91 y desde ese momento hasta ahora, si uno hace la cuenta, la mayoría de los campeonatos los ganaron Boca y River. Antes de eso, podía ganar Independiente, Ferro, Argentinos Juniors. Estaba más parejo. Pero de los 90 en adelante y sobre todo después del 2000, se volvió peor. Se fueron achicando cada vez más las posibilidades de ganar para el resto de los equipos.

-En esos años 70 y 80 los equipos lograban afianzarse y los jugadores se mantenían más tiempo en sus clubes, ¿creés que eso contribuía a que el fútbol local fuera más competitivo que lo que es ahora?

-Los campeonatos de acá eran buenos y los jugadores que jugaban eran todos de selección. En el 78 Argentina fue campeón con todos jugadores del campeonato local y en el 86 lo mismo. Muchos jugadores eran del torneo de acá. En el 90 salimos subcampeones con muchos de acá también, del torneo local. Hoy en día no pasa más eso. El otro día (hace referencia a los partidos de Eliminatorias que jugó Argentina contra Ecuador y Bolivia) fueron dos jugadores y uno ya está vendido (se refiere a Lucas Martínez Quarta que fue vendido por River a la Fiorentina). El otro es Montiel, pero calculo que lo van a vender dentro de poco también. El resto que jugó en su mayoría son todos de afuera: Ocampo, Messi, Lautaro Martinez, Palacios.

-¿Cuál fue el último diez que más te gustó en este tiempo?

-Riquelme fue el último diez que más me gustó. Era creador, tenía buena pegada, te podía meter un pase de 30 metros o un pase de 10 metros. Cubría bien la pelota y habilitaba a los delanteros mejor colocados para definir la jugada. Fue el último, después de él no hubo otro.

-Hace poco dijiste que le pegaba mejor que vos.

-Sí, por supuesto. Hay que reconocer las cosas. Le pegaba muy bien a la pelota. Yo le pegaba bastante bien, pero no tenía la potencia que tenía él.

Bochini y Riquelme, en la Bombonera.

-¿Crees que la concepción de ganar, ganar en el fútbol sigue igual o cambió?

-Siempre fue ganar, ganar y ganar. Y me parece que antes era peor que ahora. Antes te echaban. Yo vi echar de Independiente a Nito Veiga yendo segundo por un punto y perdiendo una final por un gol. Hoy aguantan a técnicos que andan mal y lo hacen porque no pueden traer a otro o porque otro no quiere agarrar. Me acuerdo de que en Independiente era ganar y ganar, pero también te exigían jugar bien. Ahora si ganas como sea no importa nada. Antes en Independiente si ganabas jugando mal la gente no se iba contenta de la cancha. La gente que iba a la cancha era más exigente. Si te llegaba a rebotar una pelota o dabas un pase mal te gritaban de todo, hoy ya no pasa nada con eso.

-¿Cómo analizas el presente de Independiente?

-Independiente está queriendo armarse de vuelta. Tiene muchos problemas económicos, pero el club está bien por suerte. La cancha está muy linda y los predios también. Falta armar un equipo que pueda pelear cosas. Armar un equipo como el que se armó en 2017 con Holan. El equipo ya estaba armado, los jugadores los tenía y le aparecieron muchos de inferiores. No trajo muchos jugadores. Lo que hizo fue potenciarlo con el juego que le hizo hacer. Era muy dinámico, muy fuerte, iba para delante con mucha gente y era protagonista en todas las canchas. Ganó la Sudamericana y peleó la Libertadores. Casi elimina a River y todo, tuvo mala suerte. Eso fue lo máximo de Independiente en el último tiempo. Hoy no tiene un equipo así.

-¿Pensaste en algún momento la posibilidad de dirigir?

-Más que nada quise ser como una especie de Manager, pero nunca se pudo dar. No se dio porque en su momento los dirigentes decidieron manejar todo y nunca buscaron una figura así. Lo manejaban con el técnico. Recién ahora apareció algo así. En su momento estuvo Menotti, después Perico Pérez y ahora está Burruchaga.

-¿Seguís creyendo que Bilardo y Menotti son los mejores técnicos del país?

-A nivel Selección lejos. Los tipos sabían elegir jugadores y cada uno tenía su idea de fútbol. Eran protagonistas y no le tenían miedo a ningún equipo. Hoy estamos debajo de diez selecciones. Los jugadores que tenían Menotti y Bilardo era para hacer dos selecciones. Y la cantidad de jugadores extraordinarios que se quedaron afuera en ese momento.

-Maradona fue un jugador que desde siempre se sintió influenciado por tu juego ¿Cómo analizas su presente como DT en Gimnasia?

-Lo veo bien. Me gusta que esté dirigiendo y me gusta como lo quiere hacer jugar a Gimnasia. Le da protagonismo y lo manda al frente. No juega a especular ni a sacar un puntito. El campeonato pasado tuvo mucha mala suerte en muchos partidos. Erraron penales, goles claros.