Vecinos y vecinas del complejo habitacional de Grandoli y Gutiérrez, en la zona sur de Rosario, nos transmiten que los programas sociales de la provincia y las obras en el barrio están paralizados, es un retroceso que lleva casi un año y no tienen respuestas. Los problemas de inseguridad se multiplican y están vinculados directamente con la ausencia del Estado provincial.

Con la intervención del Plan Abre iniciada en 2014, el barrio tuvo una verdadera transformación, no sólo desde lo urbano con la recuperación y creación de espacios públicos, iluminación, agua, cloacas, pavimento, sino también desde lo social con instancias y procesos participativos como la conformación de consorcios, escrituración de viviendas y acciones vinculadas a la problemática de la violencia. Se necesita que las obras en los barrios continúen, que los planes sociales se reactiven.

Los vecinos y vecinas se organizaron para afrontar la situación de la pandemia. Ante la ausencia casi total del Estado, asisten con alimentos a los que más lo necesitan. Como Carina y Andrés, un matrimonio que habita el barrio hace más de 30 años, con colaboración de otros vecinos, entregan todas las mañanas alimentos. 

La ley Nº 13.896 que creó el Programa de Intervención Integral de Barrios (ley del Plan Abre), aún no fue reglamentada. Es un programa único en el país con obras de alto impacto, llevadas a cabo en 34 barrios de Rosario, que mejoraron la infraestructura urbana, las condiciones de vida y la convivencia entre los ciudadanos, con un componente social vinculado a la contención de las familias, los jóvenes y el impulso de proyectos productivos, abordando la salud y la educación. Es una mirada integral de la problemática social que contribuyó a reducir inequidades sociales y urbanas y disminuyó hechos de violencia. Las obras están abandonadas y los vecinos se sienten desprotegidos, necesitamos que el Estado provincial retome la intervención en los barrios de Rosario.

Mónica Ferrero

Concejala socialista