Aún no tienen disco, ni siquiera un solito videoclip, pero ya son fenómeno absoluto en China, amasando a razón de un millón de fanáticas vía Weibo, versión oriental de Twitter, donde flechadas muchachitas lxs llaman sus “esposos” (meme generalmente reservado para celebridades masculinas como Justin Bieber, según Quartz  Magazine), deshaciéndose en halagos frente a estxs guaperas pelicorti, cantando loas a sus estilizados looks de chaqueta y corbata, camisas a cuadros, jeans achupinados… La curiosidad, empero, es que estos maridos fantasía, integrantes de la flamante boyband FFC-ACrush, son en realidad chicas andróginas en sus 20s, fichadas por la compañía Zhejiang Huati Culture Communication Co. Ltd para convertirse en la nueva sensación pop. Bajo el lema, dicho sea de paso, de “abogar por la libertad, sin dejarse limitar por las etiquetas”… Salvo, claro, las que delinean su perfil en el grupo, donde Lu Keran es líder y liquida con sus pasos de baile; An Junxi rapea y capitaliza rebeldía; Min Junqian es melómana multi-instrumentista; Peng Xichen es romántica voz cantante; y Lin Fan, de 18, el bebé de la boyband.

Claro que la grandísima exposición les ha valido, además de un sinfín de declaraciones de amor, un buen número de detractores: trolls que expresan a través de redes su profunda intolerancia frente una propuesta que pretende detonar cualquier estereotipo de género. Lejos de dejarse amedrentar, ACrush hace caso omiso, concentrándose en cambio en mostrar su carácter “soleado, saludable, lleno de energía positiva”.Y su beldad ambigua, declamada desde el nombre de bautismo: la “A” de “ACrush”, después de todo, refiere a Adonis, dios de la mitología griega conocido como el epítome de la belleza masculina. Por lo demás, según ha solícitamente solicitado Zhou Xiaobai, agente del grupo, la intención es que nadie hable de lxs integrantxs como “chica” o “chico”; en cambio, han escogido cuidadosamente la expresión sin género meishaonian, que refiere a “jóvenes guapos”.

“En China, las mujeres que lucen como hombres son cada vez más visibles y aceptadas por la sociedad. En parte, gracias al éxito del ídolo pop Li Yuchun, apodado ‘la madre del look unisex’ en el país oriental. Después de que Li ganara el concurso nacional “Super Girl” en 2005, más muchachas andróginas comenzaron a verse en tevé, pero ninguna se volvió una superestrella. Desde entonces, los cazadores de talentos han abrazado la idea de formar una banda andrógina, pero han encontrado que pocas estaban dispuestas a correr el riesgo. Al menos, hasta que Zhou comenzase su búsqueda por todo el territorio nacional el pasado año, cuando dio con 10 posibles candidatxs que, tras dos meses de entrenamiento, devinieron en los cinco miembros de ACrush”, historiza Quartz acerca de la génesis de este fenómeno de masas, que dispensará primer sencillo a fines de abril.  

En cierto modo, las razones detrás del fenómeno pueden rastrearse en el contexto actual; a saber… “Esta prestigiosa publicación analiza lo que ya es un fenómeno de calado mundial: etiquetarse solo con ‘él’ o ‘ella’ se ha quedado corto para muchos jóvenes”, anota el sitio español Glamour a cuento de la reciente portada de Time Magazine: Beyond He or She: How a New Generation is Redefining the Meaning of Gender, que vuelve sobre cómo una considerable porción de los millennials -o Generación Y- no se siente incluida dentro de los tradicionales femenino/masculino, cuestionando los compartimentos que les han sido asignados en términos de identidad sexual, borrando las líneas socialmente impuestas. De hecho, algunas experiencias pedagógicas ya han ahondado en la cuestión, como -recordarán lxs memoriosxs- el centro de educación preescolar Nicolaigården, en Suecia, donde los maestros evitan referirse a los alumnos con pronombres masculinos o femeninos, optando en cambio por el neutro “hen” (ellos); y, por ejemplo, utilizan expresiones como “profesional de la salud” en vez de “médico” o “médica”. 

“El futuro no tiene etiquetas”, redobla Glamour, subrayando cómo las categorías de antaño “han quedado obsoletas para la #Next Gen”. Las cifras, por supuesto, acompañan… Sin más, una reciente encuesta lanzada por la reputada organización norteamericana Gay and Lesbian Alliance Against Defamation (GLAAD, que vela por los derechos de la comunidad LGBTQIA) arroja que -en comparación con la Generación X- el doble de millennials tiende a definirse como transgénero o gender non-conforming. A razón de un 12 por ciento, donde existen ciertas distinciones: quienes se identifican como agender, gender fluid, gender queer, bigender, etcétera. “Es probable que estos aumentos estén relacionados con una mayor aceptación cultural y una mayor visibilidad en los medios, que a menudo permite una comprensión más temprana y más sofisticada de la orientación sexual y la identidad de género como espectros”, sintetiza GLAAD sobre un horizonte auspicioso, cada vez más amplio e inclusivo.