Tomado conocimiento del Proyecto de Ley que refiere a que en todo el ámbito de la Provincia de Santa Fe, toda persona con Trastorno del Espectro Autista (TEA) deberá hacer uso de una pulsera de color azul que indicará en letras de color blanco la inscripción “SOY AUTISTA LLAMAR 911”, el cual ha recibido media sanción en la Legislatura santafesina, expresamos nuestro RECHAZO al mismo, en función de las siguientes consideraciones:

*Se contrapone al complejo normativo vigente en materia de Salud Mental, Derechos Humanos, Discapacidad y Protección Integral de las Infancias por ir en detrimento de los paradigmas y modelos que lo sustentan (modelo social de la discapacidad, modelo de protección integral de Niñas, Niños y Adolescentes -NNyA-, Salud Mental con perspectiva de derechos).

*Resulta estigmatizante y discriminatorio, a la vez que atenta contra el derecho a la intimidad, la privacidad y la confidencialidad del paciente, dañando así el lazo social del sujeto en construcción y sus condiciones de posibilidad.

*Conlleva una cosificación del sujeto, que en este caso es definido a partir de etiquetas que suponen “carencias” o “faltas” respecto de lo que se presenta “hegemónicamente” como un modelo de “normalidad”. Lo cual implica un borramiento de las personas en su calidad de sujetos autónomos, con capacidad de ser titulares y ejercer sus derechos.

*Aún si se pensara desde una perspectiva de cuidados y protección de la persona con TEA, no se justifica que la asistencia sea brindada por las fuerzas de seguridad. Se antepone un criterio de peligrosidad a uno de riesgo. Cualquier NNyA o persona en situación de desprotección debe ser pasible de recibir ayuda y cuidados, por el simple hecho de tratarse de un ser humano en dicha situación, sin necesidad de contar con una etiqueta que indique su diagnóstico o condición específica.

*La pulsera Azul pasaría a ser la materialización del rótulo “autista” apelando a la patologización de los NNyA. El diagnóstico TEA (según Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM- V de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría ) engloba una población muy diversa y amplia. La patologización trae efectos adversos ya que no posibilita la lectura de la complejidad y la singularidad del sujeto. A su vez, la utilización de la clasificación TEA resulta cuestionable porque la legislación argentina no prevé su empleo.

*Este Proyecto propicia –al igual que las leyes por patología- la confusión entre clasificación y diagnóstico. Clasificar resulta útil en ciencias naturales e implica la inclusión de un objeto en una serie de otros con supuestas características comunes. El acto clasificatorio aplicado a seres humanos no es equivalente a diagnosticar e invalida u obstaculiza cualquier aproximación al conocimiento profundo del semejante que procure su posible curación. El diagnóstico en el campo de la salud mental exige una evaluación interdisciplinaria que no se agota en factores biológicos e incluye variables psicológicas y sociales en permanente interacción. Esto adquiere mayor importancia en NNyA. Quienes estamos implicados en la asistencia/cuidado de NNyA podemos constatar las enormes diferencias que se producen a lo largo del desarrollo, ya que el entorno familiar, social, económico y cultural interviene en todo el crecimiento. Los diagnósticos de Salud Mental son siempre presuntivos y transitorios.

*En consonancia con lo anteriormente expresado, instamos a la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe, a no avanzar en normativas, reglamentaciones, resoluciones o decretos que vulneren directa o indirectamente el espíritu y la letra del complejo normativo anteriormente mencionado e invitamos a la comunidad en su conjunto -profesionales, instituciones, familiares- a seguir profundizando el diálogo y la reflexión dentro de una perspectiva de derechos humanos y una concepción histórico social de la salud.

Equipo Interinstitucional de Salud Mental en Infancias y Juventudes. Lorena Aguirre, Hospital de Niños Dr. O. Alassia; Alfonsina Biasoni, Hospital de Niños Dr. O. Alassia; Estefanía Céspedes, Hospital Dr. E Mira y López; Carolina Cubecino, Hospital de Niños Dr. O. Alassia; María José Elias, Hospital de Niños Dr. O. Alassia; Emilia Fraile, Dirección Provincial de Salud Mental; Juan Pablo Hetzer, Hospital Dr. E Mira y López; Leandro Mega, Dirección Provincial de Salud Mental; Cecilia Mussi, Dirección Provincial de Salud Mental; Laura Nuñez, Hospital Dr. E Mira y López; Paula Raviolo, Dirección Provincial de Salud Mental.