La sucesión Diego Maradona no tiene juez. Tres hijas y un hijo se presentaron para iniciar el trámite en tres lugares distintos: CABA, San Isidro y La Plata. La lógica indica que primará la capital bonaerense ya que cerca de allí, en el barrio Campos de Roca, vivió el Diez desde mayo y seguramente será reconocido ese como “centro de vida” de sus últimos tiempos. Recién cuando un juez se haga cargo del proceso sucesorio habrá decisiones más de fondo, las más directas referidas a las cuatro cuentas bancarias que el astro tenía en el exterior, una de ellas, la de mayor volumen, compartida con Matías Morla. Por supuesto también el magistrado o un administrador tendrán que resolver sobre sociedades del exterior con negocios de importancia como la provisión de granos a Venezuela.

Las presentaciones para iniciar el trámite sucesorio las hicieron Jana Maradona en CABA, Dalma y Giannina en San Isidro y Mario Baudry, representando a Diego Fernando y a la madre de éste, Verónica Ojeda, en La Plata. Esto llevará a un conflicto de competencia y habrá que ver qué dice cada magistrado. Es probable que tarde o temprano la sucesión se tramite en La Plata ya que Maradona vivió en Brandsen, sobre la ruta 2, cerca del lugar donde entrenaba Gimnasia y Esgrima. Todas las idas y vueltas demoran un proceso que tiene cierta urgencia porque Maradona, en vida, pagaba muchas cuentas.

Los jueces civiles a cargo de sucesiones suelen elegir como administradores a alguien de la propia familia, pero en este caso habrá que ver qué sucede por la gran controversia que existen entre los herederos. El magistrado podría designar un administrador que habitualmente es algún ex integrante del Poder Judicial.

Parece cantado que el primer paso de quien conduzca la sucesión será citar a Matías Morla, abogado y administrador de Maradona. El letrado ya designó a su representante legal, Mauricio D’Alessandro. Es obvio que se le pedirá una rendición de cuentas, un inventario de bienes, las auditorías que existan. Todos los que participen en el proceso pueden, además, denunciar los bienes que, según ellos, existen. El administrador y el juez verificarán.

La mayor ansiedad está puesta en cuatro cuentas bancarias del exterior: tres a nombre de Maradona y una compartida entre Maradona y Morla. Este diario pudo determinar dos sedes de las cuentas, Dubai y Suiza, pero existiría una sede adicional, que antes fue Mónaco pero que, aparentemente, se transfirió. Está claro que no hay acceso a las cuentas de Maradona mismo y, supuestamente, Morla no hace movimientos en la cuenta que tiene compartida con el Diez. Por esa razón es que no se están pagando las cuentas que se pagaban.

El juez y el administrador que manejen la sucesión tendrán que determinar quienes son los herederos, un proceso que llevará su tiempo por los reclamos de filiación. En la autopsia se tomó la precaución de extraer gotas de sangre, que se volcaron en lo que se llama tarjetas de ADN, una especie de sobres en los que quedan selladas las muestras para posteriores análisis. También están los estudios anteriores hechos en otros procesos de filiación y que Baudry, Dalma y Giannina pusieron a disposición. Eso evitaría una exhumación.

Respecto de los bienes, inmuebles habría solo dos, pero están los vehículos que cobrarían más valor por la muerte del astro. El Rolls Royce y un BMW sport en Dubai, una moto y casi un tanque en Bielorrusia tendrían ahora un valor adicional para coleccionistas.

Es verdad que existen empresas que Diego tenía con socios y que se ocupaban de la provisión a Venezuela. Por ejemplo, una trader italiana que enviaba granos a cambio de petróleo venezolano. Hoy en día se duda mucho del valor de esas empresas teniendo en cuenta que la ausencia de Maradona cambia mucho las cosas.

Finalmente está la cuestión de las marcas y el proyecto anticipado por Página/12 este domingo: Universo Maradona, que incluye el museo, restaurantes en todas partes del mundo, tours, merchandising y mucho más. En principio los derechos están a nombre de una empresa SATTICVA, presidida por Morla, y en la que Maradona tenía una parte. Esa parte es la que quedaría en manos de los herederos, pero es casi seguro que éstos cuestionarán toda la propiedad de los derechos.

Quienes conocen de sucesiones coinciden en que sería clave que los hijos se pongan de acuerdo y actúen juntos. Hay una iniciativa de ese tipo de Baudry. El conflicto entre los herederos sólo demorará más y más una sucesión que por ahora hizo mucho ruido, pero no se movió ni un milímetro.