La auxiliar fiscal Paula Gallo, de la Unidad Fiscal Salta, imputó ayer a una mujer por el delito de transporte de estupefacientes, diez horas después de que Gendarmería Nacional descubriera que transportaba 62 kilos de cocaína en un compartimento de la camioneta Fiat Toro que manejaba. 

La audiencia de formalización de la investigación se hizo a las 18 de ayer ante la jueza federal de Garantías Mariela Giménez, en el mismo día en que la ahora acusada, que viajaba de Salta a Tucumán, fuera detenida en el puesto fijo de control de Gendarmería Nacional en la localidad de El Naranjo, ubicada sobre la ruta 9/34 en jurisdicción de Rosario de la Frontera.

La mujer llevaba consigo a dos hijos, de 2 y 4 años. Los gendarmes comenzaron a revisar los papeles del vehículo, y al notar cierto nerviosismo en la conductora, le pidieron que ingresara la camioneta a la playa de control para utilizar una rampa y someterlo a una requisa más profunda. Ahí, al inspeccionar la parte de abajo, descubrieron un compartimento extra ubicado entre el tanque de combustible y el soporte de la rueda de auxilio. 

Por una perforación, los gendarmes pudieron advertir que en el interior de este compartimento había objetos cubiertos con una cinta de embalar amarilla, lo que confirmó la sospecha inicial. Ante los hechos, los gendarmes informaron a la Fiscalía y desmantelaron el compartimento ante la mujer y testigos civiles. Extrajeron 75 paquetes, al ser examinados constataron que contenían 62 kilos y medio de cocaína. 

Además de formalizar la acusación, en la audiencia la fiscala pidió un plazo de 60 días corridos para continuar con la investigación y solicitó una serie de pericias técnicas.

Arresto domiciliario

La conductora quedó detenida ni bien se encontró la cocaína. Sin embargo, en la audiencia la auxiliar fiscal pidió que siga con arresto domiciliario, atendiendo a que tiene hijos menores de cinco años. Gallo señaló que con un informe ambiental constataron el domicilio aportado por la mujer y verificaron que efectivamente reside allí junto con sus hijos. 

No obstante, la auxiliar fiscal requirió a la jueza que dispusiera que una fuerza de seguridad controle el cumplimiento del arresto domiciliario, y que autorice la aplicación de una pulsera electrónica, como medidas complementarias. La defensa se limitó a reforzar el compromiso de la mujer de cumplir con las medidas requeridas por la fiscalía.

La jueza Giménez estuvo de acuerdo con el pedido de arresto domiciliario pero advirtió a la conductora sobre la conducta que debe demostrar en adelante. Destacó que se la acusa de “un delito gravísimo” por tratarse “de un tóxico nocivo y perjudicial para la salud”. Y le advirtió que ante “cualquier incumplimiento se procederá a la inmediata revocación” del arresto domiciliario. 

La magistrada autorizó las medidas de control pedidas por la fiscala, incluida la aplicación de la pulsera electrónica, y dispuso además dar intervención al Ministerio Pupilar, para cumplir con la obligación del Estado de velar por los intereses de las personas menores de edad.